La conspiración del Plan E

850.000 euros y rozando el millón. Esa es la cifra que reclama el Gobierno de España y que parece ser le va a tocar devolver al alcalde socialista soriano por incumplir las condiciones de ese llamado plan E que tanto rentabilizó el regidor soriano. Bueno, eso de que le va a tocar pagarlo a él, tampoco se lo crean, que no es tan generoso ni lo va a pagar de su bolsillo. Más bien ya sabrán de qué bolsillo va a salir ¿verdad? Efectivamente, del suyo, lector, y del que suscribe estas palabras también. Y frente a este nuevo escándalo, cómo no, los socialistas ya han abierto, en esta ocasión, la caja de las conspiraciones contra ellos y su buen hacer, de las persecuciones de los hombres del Gobierno central, de las conjuraciones de que todos acechan desde las sombras al equipo de Gobierno municipal? Pero lo cierto ?amén de otras cortinas de humo más propias de películas de serie B que de la verdadera realidad?, es que ni conspiraciones, ni conjuraciones, ni leches en vinagre; aquí lo que ha pasado es lo de siempre, que juntas las siglas "PSOE" con "pagos en tiempo y forma" y saltan todas las alarmas en las administraciones oportunas. Y una vez más, en lugar de dar las explicaciones oportunas y necesarias, a atacar al Partido Popular y a pasear la teoría de la conspiración que por cierto levanta risas.

El grado de la bacanal mental entre las filas socialistas sorianas la hemos visto también estas semanas tras la convención popular, donde dirigentes socialistas empujados por Carlos Martínez han sacado a pasear la teoría del boicot hacia los planes pendientes de esta ciudad. No se mordieron la lengua tampoco al nombrar proyectos en los que según ellos ?que todo lo saben?, no se está actuando con diligencia. Y de repente, ante tal vorágine de boicot, como el que no quiere, salió a colación la depuradora. Y miren oiga, por ahí si que no. Que de bien nacidos es ser agradecidos que dice el refrán. Que con el tema de la depuradora, el Partido Popular de Soria se la ha puesto al alcalde Martínez Minguez como se las ponían a Fernando VII. Otra cosa es, que no tenga valor para reconocerlo o que como al rey, ni por esas. Pero por favor, no nos tomen el pelo, que una cosa es defender tus ideas, y otra bien distinta, tener la cara más dura que el hormigón, aunque de ésta últimamente, el alcalde sepa y mucho.