Jiménez Zamora apela a la unidad para el desarrollo de Ágreda

"Quiero expresar mi vivo sentimiento de acción de gracias por este homenaje que acojo humildemente". Con estas palabras, el arzobispo de Zaragoza, Jiménez Zamora recogía el multitudinario homenaje que le brindaba este domingo la localidad de Ágreda, precisamente en el día señalado como 'Fiesta del Pueblo' y que antecede a las jornadas que honrarán esta semana a la Patrona de Villa y Tierra, la Virgen de los Milagros.

El prelado agredeño, que ya fuese nombrado Hijo Predilecto de la Villa de las Tres Culturas, ha agradecido a sus paisanos este acto, recordando el consejo aquel de "honra a los que honor te hacen", en un "don no debido" otorgado por el Consistorio "y que no merezco". De igual modo, también ha aunado a su discurso la máxima judía que dice "quien da debe olvidar pero quien recibe debe recordar" explicando que la palabra recordar significa "volver a pasar por el corazón la vida", en un "perfume" que se mantiene en la memoria de las personas.

Siempre bajo la doctrina de fe y con la inspiración del manto de la Virgen de los Milagros en sus palabras, Jiménez ha señalado que "estoy haciendo todo lo que puedo ante la Santa Sede" para elevar a Sor María de Jesús a los altares.

En otro orden de cosas, ha animado a los presentes a mantener "el espíritu de esfuerzo, el cumplimiento del deber y el servicio a los demás", tal y como a él se lo enseñaron sus padres, Vicente y Silvina, en una seña de identidad que caracteriza a Ágreda. Aquí ha invitado a buscar "lo que nos une" dejando a un lado "lo que nos divide y separa", a través de la concordia y "la colaboración de todos" para sumar esfuerzos en el desarrollo de Ágreda. "Ágreda tiene futuro, que será fruto del trabajo de todos unidos con un esfuerzo ímprobo en el sacrificio generoso que todo lo puede".

Por su parte, el alcalde de Ágreda, Jesús Manuel Alonso, se ha mostrado agradecido por las enseñanzas del pastor de la archidiócesis de Zaragoza, y ha recordado las vivencias que en lo personal tuvo la ocasión de interiorizar, ya que su domicilio fue cercano al de Jiménez, de quien ha destacado que, junto con la Venerable es la persona que mayor proyección ha dado a Ágreda.

Fiesta del Pueblo

En 1834 el cólera morbo hizo estragos en España, al igual que también lo hizo en Ágreda. Es por ello por lo que el concejo de entonces, junto con la parroquia, rogaron a la Virgen de los Milagros el cese de esta epidemia, y por ello decidieron trasladar la imagen del templo que se encuentra en la plaza del Castejón al actual, la basílica que fue propiedad de los Agustinos.

La talla fue llevada en procesión y se celebró una novena de oración para implorar la desaparición de la enfermedad. Precisamente, al término de estos nueve días, el cólera cesó, por lo que se determinó que cada año, el Ayuntamiento y el pueblo de Ágreda agradecerían este favor en un voto que tiene su continuidad y que también se extiende a San Roque, con otra eucaristía solemne el 16 de agosto.