Presura urge la aplicación de alicientes y beneficios fiscales para las empresas y las personas de la España vacía

Esta es una de las conclusiones-resumen del debate que se ha celebrado esta mañana sobre ‘Fiscalidad para la repoblación’, dentro de la jornada de este sábado de la I Feria Nacional para la Repoblación de la España vacía-PRESURA, en la que han intervenido Juan Luis Sendín (inspector de Haciendo en excedencia), José Antonio Herce (director asociado de Analistas Financieros Internacionales-AFI) y Alain Cuenca (profesor de Economía Pública de la Universidad de Alcalá).

Los tertulianos insistieron en la necesidad de que las administraciones apuesten por un mayor gasto en los territorios con problemas serios de despoblación, porque la solución tampoco es reducir recaudación, porque habrá menos dinero para invertir.

Asimismo, se consideró que las posibles subvenciones e incentivos fiscales deben darse de manera finalista, a empresas y a personas físcales, para que realmente tengan efectividad, poniendo ciertas condiciones para exigir conceptos de fijación y mantenimiento en el lugar.

También se ha recalcado que hay que potenciar el proceso de abajo hacia arriba, y no al revés, que es lo que se suele hacer por las administraciones, porque se ha demostrado que de esa manera no funciona. Han existido programas de apoyo a zonas desfavorecidos, con dinero del Estado o de Europa, que al final se ha perdido en los despachos de las administraciones, y que no se han utilizado correctamente, ni en los lugares que más lo necesitaban.

En el debate se señaló que los incentivos fiscales no son suficientes para convencer a alguien a vivir en un pequeño pueblo, o en una ciudad de Soria, como ocurre con profesores universitarios, médicos y otros profesionales. A lo que se respondió que lo importante en combinar los alicientes. Si existen beneficios fiscales para el asentamiento de empresas, y luego hay otros alicientes fiscales y ayudas para las personas físicas (para vivienda, nuevas tecnologías y otros aspectos), al final, puede conseguirse que el trabajador que acude a un centro del trabajo, al final se quede también a vivir.

Otros problemas que se han planteado son las limitaciones de los presupuestos de las administraciones, que son las que tienen que tener la voluntad de aplicar esos incentivos fiscales e incrementar el gasto públicos para mejorar los servicios y las infraestructuras; y la delimitación y la priorización de los territorios en los que se van a aplicar esas medidas anti-despoblación. ¿Cómo se dice que esta comarca o esta provincia está despoblada y otras no? Una circunstancia que obliga a concretar el concepto de territorio despoblado.