La Colegiata de Medinaceli estrena iluminación

Al mediodía de este martes 6 de marzo ha sido inaugurada la nueva iluminación de la Colegiata de Medinaceli. Esta actuación obras se enmarca en un acuerdo de cooperación de la Conferencia Episcopal Española con la Fundación ENDESA, que ha aportado el 50% del coste de la nueva iluminación mientras que el otro 50% ha sido financiado entre el Ayuntamiento y la Parroquia. En total se han invertido 64.347,16 euros, incluidos los honorarios técnicos; la Fundación ENDESA aporta 32.700, el Ayuntamiento 16.647,16 y la parroquia de Santa María de la Asunción de Medinaceli-Villa los restantes 15.000 euros.

La redacción del proyecto de ejecución y del estudio de seguridad y coordinación de la obra la ha realizado la arquitecta María de la O del Santo Mora, mientras que la coordinación de la seguridad ha sido llevada a cabo por el arquitecto técnico José Luis González-Madroño Álvarez Osorio.

La nueva iluminación

El proyecto de iluminación ha incluido la restauración interior del templo y la renovación del sistema eléctrico del edificio; se han sustituido los focos, lámparas y puntos de luz antiguos por otros nuevos, de tecnología LED más eficiente. Al renovar integralmente el sistema eléctrico del edificio y sustituir los focos, lámparas y puntos de luz antiguos por otros nuevos más eficientes se realza la belleza del templo.

Como se sabe, el sistema LED, además de ofrecer una gran cantidad de luz, tiene, a la vez, un consumo energético muy reducido. Este tipo de luces se han colocado en las capillas laterales mediante tiras electrificadas situadas sobre los muros laterales, que permiten dirigir la luz de manera uniforme sobre la totalidad de cada una de las capillas. Además de garantizar una adecuada iluminación para los diferentes espacios del templo, este proyecto permite destacar su belleza arquitectónica y artística a la vez que reduce, considerablemente, su consumo energético y, por tanto, su huella ecológica.

En el acto de encendido oficial han estado presentes el obispo de Osma-Soria, Abilio Martínez Varea; Carlos Gómez-Múgica, director general de la Fundación Endesa; Gloria Juste, directora de proyectos de la Fundación Endesa; Francisco Javier Ramírez de Nicolás, delegado episcopal de Patrimonio; Eusebio Larena Larena, párroco de la UAP (Unidad de Acción Pastoral) de Medinaceli-Villa; Felipe Utrilla Dupre, alcalde de la localidad; y Carlos de la Casa Martínez, jefe del Servicio de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León en Soria, entre otros.

La Colegiata de Medinaceli

La Colegiata de Santa María de la Asunción tuvo su origen en una docena de iglesias parroquiales, dispersas por la localidad, que fueron extinguidas para reunir bajo la jurisdicción de una sola los beneficios y rentas de todas las demás. En 1353 había once parroquias a las que se unió, ya en el siglo XV, la de San Martín. La mayoría de estos edificios era de modesta condición y cada parroquia no disponía de rentas suficientes para atender con dignidad el culto hasta el punto de que, en algunas de ellas, “se bautizaba en una caldera por no haber dinero para fabricar una pila de piedra” (Rabal, 1889).

En 1499 el V Conde y I Duque de Medinaceli, Luis de la Cerda, trasladó al Obispado de Sigüenza (del que dependía la Villa) su proyecto de concentración de todas las parroquias en una sola. Con la aquiescencia del Obispo, las obras de demolición y reconstrucción del nuevo templo de Santa María comenzaron en los primeros años del S. XVI y debieron concluir hacia 1540.

En 1562 el IV Duque de Medinaceli pidió a la Santa Sede que la parroquia de Santa María de la Asunción fuera elevada al rango de Colegiata, petición que contaba con la oposición del Obispo y del Cabildo catedralicio seguntinos. A pesar de ello, el Papa Pío IV, con fecha 1 de abril de 1563, elevó la iglesia a la dignidad de Colegiata.

El templo es de sencilla traza de una nave, alta y amplia, dividida en tres tramos rectangulares, capilla mayor pentagonal y coro a los pies. De la época barroca son las dos series de capillas dispuestas a los lados, excepto la central del lado de la epístola, dedicada a la Virgen de los Remedios, que es coetánea de la nave. Cuenta, en el exterior, con una torre de planta cuadrada proyectada por el arquitecto Simón Rosillo en 1698 y su ejecución corrió a cargo del maestro Diego Gilberte.