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8 manifiestos feministas para el día 8 de Marzo

8 manifiestos feministas para el día 8 de Marzo

Actualizado 07/03/2018 14:06

Desde las propias organizaciones feministas convocantes a la Iglesia, pasando por sindicatos y patronal, muchos han sido los colectivos y organizaciones que se han manifestado de cara al día de la mujer y la huega convocada para este 8 de marzo. Soria Noticias recoge íntegramente 8 de estos manifiestos.

1. Manifiesto 8M

JUNTAS SOMOS MÁS. Cada 8 de Marzo celebramos la alianza entre mujeres para defender nuestros derechos conquistados. Fue la unión de muchas mujeres en el mundo, la que consiguió grandes victorias para todas nosotras y nos trajo derechos que poseemos hoy. Nos precede una larga genealogía de mujeres activistas, sufragistas y sindicalistas. Las que trajeron la Segunda República, las que lucharon en la Guerra Civil, las que combatieron al colonialismo y las que fueron parte las luchas anti-imperialistas. Sin embargo, sabemos que aún no es suficiente: queda mucho por hacer y nosotras seguimos luchando.

La sororidad es nuestra arma; es la acción multitudinaria la que nos permite seguir avanzando. La fecha del 8 de marzo es nuestra, internacional y reivindicativa.

Hoy, 8 de Marzo, las mujeres de todo el mundo estamos convocadas a la HUELGA FEMINISTA.

Nuestra identidad es múltiple, somos diversas. Vivimos en el entorno rural y en el entorno urbano, trabajamos en el ámbito laboral y en el de los cuidados. Somos payas, gitanas, migradas y racializadas. Nuestras edades son todas y nos sabemos lesbianas, trans, bisexuales, inter, queer, hetero… Somos las que no están: somos las asesinadas, somos las presas. Somos TODAS. Juntas hoy paramos el mundo y gritamos: ¡BASTA! ante todas las violencias que nos atraviesan.

¡BASTA! de agresiones, humillaciones, marginaciones o exclusiones. Exigimos que el Pacto de Estado contra las violencias machistas –por lo demás insuficiente– se dote de recursos y medios para el desarrollo de políticas reales y efectivas que ayuden a conseguir una sociedad libre de violencias contra las mujeres y niñas. Denunciamos la represión a quienes encabezan la lucha por los derechos sociales y reproductivos.

¡BASTA! De violencias machistas, cotidianas e invisibilizadas, que vivimos las mujeres sea cual sea nuestra edad y condición. QUEREMOS poder movernos en libertad por todos los espacios y a todas horas. Señalamos y denunciamos la violencia sexual como expresión paradigmática de la apropiación patriarcal de nuestro cuerpo, que afecta de modo aún más marcado a mujeres en situación de vulnerabilidad como mujeres migradas y trabajadoras domésticas. Es urgente que nuestra reivindicación Ni una menos sea una realidad.

¡BASTA! De opresión por nuestras orientaciones e identidades sexuales! Denunciamos la LGTBIfobia social, institucional y laboral que sufrimos muchas de nosotras, como otra forma de violencia machista. Somos mujeres y somos diversas.

¡MUJERES LIBRES, EN TERRITORIOS LIBRES!

Somos las que reproducen la vida. El trabajo doméstico y de cuidados que hacemos las mujeres es imprescindible para el sostenimiento de la vida. Que mayoritariamente sea gratuito o esté devaluado es una trampa en el desarrollo del capitalismo. Hoy, con la huelga de cuidados en la familia y la sociedad, damos visibilidad a un trabajo que nadie quiere reconocer, ya sea en la casa, mal pagado o como economía sumergida. Reivindicamos que el trabajo de cuidados sea reconocido como un bien social de primer orden, y exigimos la redistribución de este tipo de tareas.

Hoy reivindicamos una sociedad libre de opresiones, de explotación y violencias machistas. Llamamos a la rebeldía y a la lucha ante la alianza entre el patriarcado y el capitalismo que nos quiere dóciles, sumisas y calladas.

No aceptamos estar sometidas a peores condiciones laborales, ni cobrar menos que los hombres por el mismo trabajo. Por eso, hoy también hacemos huelga laboral.

Huelga contra los techos de cristal y la precariedad laboral, porque los trabajos a los que logramos acceder están marcados por la temporalidad, la incertidumbre, los bajos salarios y las jornadas parciales no deseadas. Nosotras engrosamos las listas del paro. Muchos de los trabajos que realizamos no poseen garantías o no están regulados. Y cuando algunas de nosotras tenemos mejores trabajos, nos encontramos con que los puestos de mayor salario y responsabilidad están copados por hombres. La empresa privada, la pública, las instituciones y la política son reproductoras de la brecha de género.

¡BASTA! de discriminación salarial por el hecho de ser mujeres, de menosprecio y de acoso sexual en el ámbito laboral.

Denunciamos que ser mujer sea la principal causa de pobreza y que se nos castigue por nuestra diversidad. La precariedad se agrava para muchas de nosotras por tener mayor edad, ser migrada y estar racializadas, por tener diversidad funcional o una imagen alejada de la normatividad. Reivindicamos que nuestra situación laboral nos permita desarrollar un proyecto vital con dignidad y autonomía; y que el empleo se adapte a las necesidades de la vida: el embarazo o los cuidados no pueden ser objeto de despido ni de marginación laboral, ni deben menoscabar nuestras expectativas personales ni profesionales.

Exigimos también las pensiones que nos hemos ganado. No más pensiones de miseria, que nos obligan a sufrir pobreza en la vejez. Pedimos la cotitularidad de las pensiones y que el tiempo dedicado a tareas de cuidado, o que hemos desarrollado en el campo, sea reconocido en el cálculo de las pensiones al igual que el trabajo laboral y luchamos por la ratificación del convenio 189 de la OIT que regula el trabajo doméstico.

Gritamos bien fuerte contra el neoliberalismo salvaje que se impone como pensamiento único a nivel mundial y que destroza nuestro planeta y nuestras vidas. Las mujeres tenemos un papel primordial en la lucha contra del cambio climático y en la preservación de la biodiversidad . Por eso, apostamos decididamente por la soberanía alimentaria de los pueblos. Apoyamos el trabajo de muchas compañeras que ponen en riesgo su vida por defender el territorio y sus cultivos. Exigimos que la defensa de la vida se sitúe en el centro de la economía y de la política.

Exigimos ser protagonistas de nuestras vidas, de nuestra salud y de nuestros cuerpos, sin ningún tipo de presión estética. Nuestros cuerpos no son mercadería ni objeto, y por eso, también hacemos huelga de consumo. ¡Basta ya de ser utilizadas como reclamo!

Exigimos también la despatologización de nuestras vidas, nuestras emociones, nuestras circunstancias: la medicalización responde a intereses de grandes empresas, no a nuestra salud. ¡Basta de considerar nuestros procesos de vida como enfermedades!

La educación es la etapa principal en la que construimos nuestras identidades sexuales y de género y por ello las estudiantes, las maestras, la comunidad educativa y todo el movimiento feminista exigimos nuestro derecho a una educación pública, laica y feminista. Libre de valores heteropatriarcales desde los primeros tramos educativos, en los que las profesoras somos mayoría, hasta la universidad. Reivindicamos también nuestro derecho a una formación afectivo-sexual que nos enseñe en la diversidad, sin miedos, sin complejos, sin reducirnos a meros objetos y que no permita una sola agresión machista ni LGTBIfóbica en las aulas.

Exigimos un avance en la coeducación en todos los ámbitos y espacios de formación y una educación que no relegue nuestra historia a los márgenes de los libros de texto; y en la que la perspectiva de género se transversal a todas las disciplinas. ¡No somos una excepción, somos una constante que ha sido callada!

¡VIVAN LA HUELGA DE CUIDADOS, DE CONSUMO, LABORAL Y EDUCATIVA!

¡VIVA LA HUELGA FEMINISTA!

Ninguna mujer es ilegal. Decimos ¡BASTA! al racismo y la exclusión. Gritamos bien alto: ¡No a las guerras y a la fabricación de material bélico! Las guerras son producto y extensión del patriarcado y del capitalismo para el control de los territorios y de las personas. La consecuencia directa de las guerras son millares de mujeres refugiadas por todo el mundo, mujeres que estamos siendo victimizadas, olvidadas y violentadas. Exigimos la acogida de todas las personas migradas, sea por el motivo que sea. ¡Somos mujeres libres en territorios libres!

Denunciamos los recortes presupuestarios en los sectores que más afectan a las mujeres: el sistema de salud, los servicios sociales y la educación.

Denunciamos la corrupción como un factor agravante de la crisis.

Denunciamos la justicia patriarcal que no nos considera sujetas de pleno derecho.

Denunciamos la grave represión y recortes de derechos que estamos sufriendo.

Exigimos plena igualdad de derechos y condiciones de vida, y la total aceptación de nuestra diversidad.

¡NOS QUEREMOS LIBRES, NOS QUEREMOS VIVAS, FEMINISTAS, COMBATIVAS Y REBELDES!

Hoy, la huelga feminista no se acaba:

¡SEGUIREMOS HASTA CONSEGUIR EL MUNDO QUE QUEREMOS!

2. Manifiesto de Mujeres Periodistas

Mujeres periodistas de decenas de medios y agencias de comunicación, gabinetes de prensa, y, en general, trabajadoras de medios y empresas periodísticas apoyamos la huelga general feminista convocada para este 8 de marzo. De la misma manera, instamos a todas las compañeras a que se sumen a la movilización en la medida de sus posibilidades y circunstancias.

Todas sufrimos el mismo machismo que las mujeres del resto de sectores –precariedad, inseguridad laboral, brecha salarial, techo de cristal, acoso sexual o ninguneos– pero con las particularidades asociadas a nuestra profesión. Somos conscientes de la relevancia social de nuestro trabajo y, por eso, mostramos también nuestra preocupación por la visión parcial de la realidad que tantas veces ofrecen los medios y en la que falta la presencia y aportaciones de las mujeres. El feminismo también es necesario para mejorar el periodismo.

Por eso, en este 8 de marzo exigimos a los medios de comunicación y empresas periodísticas que tengan en cuenta nuestras reivindicaciones:

  1. La brecha salarial es una realidad en nuestro sector. Exigimos a las empresas transparencia salarial y una revisión de categorías, complementos y criterios profesionales que permitan acabar con ella.

  2. Techo de cristal. Las direcciones de los medios y empresas periodísticas están copadas por hombres. Reivindicamos nuestro derecho a ocupar puestos de poder y responsabilidad y a que se nos tenga en cuenta en las promociones profesionales para puestos intermedios.

  3. Precariedad. Sufrimos niveles de temporalidad superiores a los de nuestros compañeros. De la misma manera denunciamos la inestabilidad laboral de las compañeras freelance y de las falsas autónomas, una situación de precariedad que se ha hecho habitual en los últimos años.

  4. Corresponsabilidad y cuidados. Denunciamos que las dinámicas de trabajo priorizan el presentismo y la libre disposición y son ajenas a las necesidades de cuidado que tienen todas las personas. Creemos que la corresponsabilidad y la flexibilidad no debe ser un asunto de buena voluntad sino una prioridad que las empresas deben asumir para que estas tareas se repartan por igual entre mujeres y hombres. Como en otros sectores, una ausencia de conciliación real perjudica más a las mujeres, que acaban modificando o recortando sus horarios para poder cuidar e incluso abandonando su empleo o cambiando de profesión.

  5. Acoso sexual y laboral. Son muchas las periodistas que han sufrido por parte de compañeros y superiores, pero también de fuentes, situaciones de acoso sexual. Por otro lado, el ninguneo, la condescendencia, el paternalismo y los mansplaining están a la orden del día en las redacciones y fuera de ellas, en nuestra actividad diaria. Como profesionales de la comunicación sufrimos acoso online, además de comentarios violentos y machistas en nuestras piezas

  6. Los espacios de opinión y las tertulias están masculinizados. Hay más que suficientes mujeres periodistas y expertas que pueden equilibrar esos espacios.

  7. Mirada parcial y preocupación por los enfoques. Todas estas brechas que sufrimos las periodistas tienen consecuencias, también en los contenidos y en los enfoques de los medios de comunicación. La visión de la realidad que transmiten es muchas veces parcial y está sesgada porque no tiene en cuenta en la misma medida las experiencias, los relatos y las vivencias de las mujeres que, a menudo, son tratadas como personajes secundarios o con estereotipos. Un ejemplo es el tratamiento de la violencia machista, que en muchas ocasiones sigue culpabilizando a la víctima. Las primeras páginas, las aperturas de medios e informativos son decididas por hombres.

Instamos a la audiencia y a lectores y lectoras a ser cómplices de nuestras demandas. Las mujeres firmantes de este manifiesto lo hacen a título individual y no queremos que ningún partido político, sindicato o medio de comunicación se apropie de nuestras reivindicaciones.

Convocamos la lectura de este manifiesto el 8 de marzo a las 12:30 en la plaza de Callao de Madrid y animamos a que se convoquen otras lecturas en otras ciudades del país. Compañeras de Barcelona, por ejemplo, van a leerlo a la misma hora en los Jardines de Montserrat Roig.

Si quieres sumarte, añade tu nombre y apellidos en este formulario y te incluiremos en la lista de adhesiones. Por favor, solo mujeres.

3. Diócesis de Osma Soria

  1. El 8 de marzo se celebra el Día internacional de la mujer. La Diócesis de Osma-Soria quiere dar gracias a Dios por el misterio de la mujer y por cada mujer, por las maravillas de Dios que, en la historia de la humanidad, se han realizado en ella y por ella. Dar gracias al Señor por la vocación y la misión de la mujer en el mundo se convierte en un agradecimiento concreto y directo a las mujeres, a cada mujer. Con San Juan Pablo II hoy y cada día decimos: “¡Te doy gracias, mujer, por el hecho mismo de ser mujer!” (Carta a las mujeres n. 2, 1995).
  1. Pero dar gracias no basta. Por desgracia, somos herederos de una historia de enormes condicionamientos que, en todos los tiempos y en cada lugar, han hecho difícil el camino de la mujer, despreciada en su dignidad, olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud. Entre estos condicionamientos queremos denunciar aquellos que impiden todavía hoy a las mujeres su plena inserción en la vida social, política y económica (cfr. Carta a las mujeres n. 4, 1995).
  1. Es urgente alcanzar la efectiva igualdad de los derechos de la persona y, por tanto, igualdad de salario respecto a igualdad de trabajo, tutela de la trabajadora-madre, justas promociones en la carrera profesional, igualdad de los esposos en el derecho de familia, reconocimiento de todo lo que va unido a los derechos y deberes del ciudadano en un régimen democrático (cfr. Juan Pablo II, Ángelus, 20 de agosto de 1995). Ciertamente, aún queda mucho por hacer para que ser mujer y madre no comporte una discriminación. La conciliación familiar debe ser una realidad que permita compartir el trabajo y el derecho a ser madre. Con el Papa Francisco se debe reconocer cómo, “las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente” (EG 104).
  1. Ahora bien, el secreto para recorrer libremente el camino del pleno respeto de la identidad femenina no está solamente en la denuncia de las discriminaciones y de las injusticias sino también y sobre todo en un eficaz proyecto de promoción a partir de una renovada toma de conciencia de la dignidad de la mujer. Las Instituciones y los responsables políticos deben promover el cumplimiento de las leyes para que se dé una auténtica igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Es, sobre todo, la Palabra de Dios la que nos permite descubrir con claridad el radical fundamento antropológico de la dignidad de la mujer, indicándonoslo en el designio de Dios sobre la humanidad.
  1. Con toda la Iglesia, con el Papa Francisco a la cabeza, manifestamos nuestra profunda preocupación por una cierta mentalidad machista según la cual se consuman actos de violencia contra la mujer, convirtiéndola en objeto de maltrato, de trata y de lucro, así como de explotación en la publicidad y en la industria del consumo y de la diversión.
  1. La historia de la Iglesia en estos dos milenios, también en nuestra Iglesia diocesana de Osma-Soria, ha conocido verdaderamente el genio de la mujer, habiendo visto surgir en su seno mujeres de gran talla que han dejado amplia y beneficiosa huella de sí mismas en el tiempo; recuérdese la larga serie de mártires, santas o místicas insignes. ¿Cómo no recordar, además, a tantas mujeres que, movidas por la fe, han emprendido iniciativas de extraordinaria importancia social, especialmente al servicio de los más pobres? ¿Cómo no reconocer a tantas mujeres sencillas, muchas en nuestros pueblos pequeños, de fe firme y fuerte?
  1. En este Día internacional de la mujer, y cada uno de los días del año, queremos elevar una sentida acción de gracias al Creador y al Redentor del mundo precisamente por el don de un bien tan grande como es el de la femineidad: ésta, en sus múltiples expresiones, pertenece al patrimonio constitutivo de la humanidad y de la misma Iglesia. Que María, Reina del amor, vele sobre las mujeres y sobre su misión al servicio de la humanidad, de la paz y de la extensión del Reino de Dios (cfr. Carta a las mujeres n. 12, 1995).

4. Cecale

La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CECALE) quiere poner de manifiesto que las empresas se están adaptando a las nuevas necesidades de los mercados, y la mejora de su productividad es uno de los "factores clave" a conseguir junto con una mayor competitividad y la incorporación de las mujeres en los puestos de responsabilidad así como en el resto de categorías profesionales.

Los empresarios de Castilla y León se han mostrado desde siempre partidarios de favorecer la incorporación de la mujer al mercado de trabajo y, en tal sentido, apoya la promoción de medidas "incentivadoras de la igualdad", tanto en este aspecto como en otras perspectivas sociales.

Es, por ello, que entiendan que la convocatoria de la huelga general de este jueves no sea el mecanismo "más idóneo" para la consecución de acuerdos en la materia, máxime cuando se encuentra abierta la mesa de negociación entre los sindicatos y las organizaciones patronales de cara a la suscripción de un nuevo Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva (IV AENC), en el que existe la voluntad de seguir tratando estos aspectos y establecer recomendaciones a la negociación colectiva en materia de igualdad.

En línea del posicionamiento de CEOE y CEPYME, CECALE también quiere resaltar que existen mesas de Diálogo Social entre los sindicatos, las organizaciones empresariales y las administraciones públicas en las que también se están negociando estos aspectos "en aras a un consenso para poder realizar propuestas conjuntas de cambios normativos".

Además, en el ámbito de Castilla y León, recuerda la Confederación, se acaba firmar el Acuerdo del Diálogo Social en materia de conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Ante la jornada de huelga de este jueves, la Confederación advierte que las diferencias de horarios en las distintas convocatorias, según el sindicato convocante, puede suponer "un problema de control importante" para las empresas en relación a la gestión de su personal.

Por ello, recuerda que las empresas deben estar abiertas al iniciarse y durante la jornada del 8 de marzo para hacer posible la entrada del personal que desee hacer uso de su derecho, también constitucional, al trabajo y no quiera secundar la convocatoria de huelga.

5. Manifiesto CSIF "El Momento es ahora"

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado conmemora el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, una jornada auspiciada por Naciones Unidas para visibilizar las acciones dirigidas para combatir la discriminación, las situaciones de abuso y la violencia que, a diario, sufren las mujeres de todo el mundo.

Bajo el lema, ‘Ahora es el momento. #CSIFsiempre8M’ nuestro sindicato defiende las mujeres, a diario, desde nuestro ámbito de responsabilidad sindical y con medidas efectivas y palpables

CSIF es consciente del movimiento mundial y el debate social, también en la sociedad española para favorecer la igualdad, la visibilidad y otorgar a la mujer el papel que históricamente se le ha negado.

Por eso CSIF, como sindicato y agente activo en el ámbito laboral, promueve y reivindica la aplicación de medidas evidentes e inmediatas en favor de la igualdad y los derechos sociales de las mujeres ante situaciones como la brecha salarial, las responsabilidades familiares, la violencia de género o los abusos sexuales.

CSIF considera que debemos aprovechar este clamor generalizado y el debate reflejado por los medios de comunicación y redes sociales para transformar la realidad y mejorar la situación a la que se enfrentan las mujeres de este país.

Desde nuestra responsabilidad, CSIF centra la celebración del 8 de Marzo en tres ejes fundamentales: la eliminación de la brecha salarial; las medidas para favorecer la conciliación y corresponsabilidad familiar entre hombres y mujeres para garantizar la igualdad de oportunidades y la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad; y la lucha contra la violencia de género, el acoso y el abuso sexual.

Las administraciones públicas deben actuar como ejemplo, punta de lanza y acicate en los avances sociales que se han de producir en todos los ámbitos de la sociedad y ser modelo de empresa para el sector privado.

BRECHA SALARIAL

Este año, ha cobrado especial relevancia la necesidad de combatir la brecha salarial. En el caso de la Administración Pública, según los últimos datos del

Instituto Nacional de Estadística, el sueldo bruto medio de los hombres es de 28.772 euros anuales, frente a los 26.267 de las mujeres (es decir 2.505 euros menos al año).

En la misma línea, un estudio del Ministerio de Fomento y las empresas públicas dependiente de este departamento y al que ha tenido acceso CSIF ha detectado una brecha salarial de 6.719 euros de media. Además las empresas del grupo incumplen la Ley de Igualdad, dado que la presencia de las mujeres en sus consejos de administración apenas alcanza el 18 por ciento.

El Gobierno tampoco ha cumplido importantes compromisos adquiridos en el marco del Plan Para la igualdad de la Administración General del Estado:

  • Proyectos de investigación sobre igualdad entre mujeres y hombres y un estudio específico para detectar desequilibrios salariales y de nivel.
  • Impulsar la concurrencia de mujeres a puestos mayoritariamente ocupados por hombres.
  • Desarrollar una base de datos de perfiles profesionales con información de mujeres cualificadas para ocupar puestos de responsabilidad.
  • Analizar las causas o factores asociados a la promoción o trayectoria profesional que puedan determinar menor retribución.

CORRESPONSABILIDAD Y CONCILIACIÓN

CSIF defiende la corresponsabilidad familiar como pieza clave para el avance y empoderamiento personal, social, laboral y familiar de la mujer. Y la Administración General del Estado debe ser el referente de las medidas de racionalización de horarios que plantea el Gobierno, dando ejemplo al conjunto de la sociedad con buenas prácticas, horarios flexibles y productivos

Y por eso, CSIF pretende devolver a las administraciones la posibilidad de negociar la jornada laboral de 35 horas semanales, a través de la negociación que ha retomado con el Ministerio de Hacienda.

CSIF también mantiene como medida simbólica el cierre de los departamentos ministeriales a las 18.00 horas –sin pérdida efectiva de horas de trabajo, manteniendo por tanto las retribuciones, pero organizando la jornada de una manera más racional para fomentar la conciliación--, en línea con la propuesta que realizó la Ministra de Empleo, Fátima Báñez.

CSIF también promueve la “bolsa de horas”, es decir, flexibilidad horaria que permitan a los empleados públicos disminuir su jornada de trabajo, en determinados periodos y por motivos directamente relacionados con la conciliación y debidamente acreditados, recuperando el tiempo con posterioridad.

Asimismo, defendemos el teletrabajo regulado, siempre con un horario, como modelo complementario a la jornada presencial, y cumpliendo la Ley de Prevención de riesgos laborales.

Otras medidas, contenidas en el Plan de Igualdad, pendientes aplicar son: la lactancia como un derecho individual de las empleadas y empleados públicos que sea ejercido por uno de los dos progenitores para garantizar la igualdad en el ámbito laboral y profesional.

Y desarrollar el permiso por cuidado de hijo o hija menor afectado por cáncer o enfermedad grave.

VIOLENCIA DE GÉNERO

CSIF es parte del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y pretende desarrollar desde ya las medidas que hemos impulsado en el ámbito laboral y las administraciones públicas.

El Gobierno aún no ha desarrollado un protocolo de detección, tratamiento de la violencia de género que favorezca la movilidad sin merma de retribuciones. Igualmente, tiene pendiente el desarrollo del protocolo frente el acoso sexual.

Por eso, en colaboración con otras asociaciones referentes en este ámbito, hemos puesto en marcha una campaña para detectar y atender de manera precoz a mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito laboral.

Bajo el lema “Nos preocupa tu vida”, se trata de una medida pionera por la que los delegados/as sindicales, especializados en la materia, actuarán como agentes de prevención, asesoramiento y apoyo a las víctimas. De esta manera pretendemos cubrir un vacío asistencial en nuestras administraciones y empresas.

Además, gracias a nuestra reivindicación, las Administraciones Públicas promoverán la contratación de mujeres víctimas de violencia de género, a través de cuotas de reserva en los contratos programa.

De la misma manera, promoveremos el uso del teletrabajo particularmente en las Administraciones Públicas, para favorecer la vinculación laboral de las víctimas.

6. UGT y CCOO

Las Confederaciones Sindicales de Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, ante la conmemoración del 8 marzo, Día Internacional de la Mujer, reforzamos nuestro compromiso para combatir todas las formas de violencia y de discriminación contra las mujeres.

UGT y CCOO denunciamos la pasividad del Gobierno en políticas de igualdad. Apoyamos activamente la movilización feminista con paros parciales contra las desigualdades estructurales, las brechas de género y las violencias machistas y como forma de visibilizar la precariedad laboral y social. Exigimos al Gobierno y a las empresas medidas reales y eficaces que combatan la discriminación.

En 2017:

• 49 mujeres y 8 niños y niñas murieron asesinadas por violencia de género. De enero a septiembre de 2017 se habían presentado 125.769 denuncias.

• El paro entre las mujeres supera los 2 millones, lo que supone una progresiva feminización del desempleo.

• Hay un millón y medio de mujeres menos que de hombres incorporadas a la actividad y 1,6 millones menos de mujeres ocupadas que hombres.

• Las mujeres dejaron de percibir, por un trabajo igual, casi 6.000 euros al año.

• Una masiva feminización de los contratos a tiempo parcial, el 73,86% de los mismos, son desempeñados por mujeres (3 de cada 4).

• Las mujeres asumen mayoritariamente permisos y excedencias por cuidado (9 de cada 10 son tomadas por mujeres), lo que limita su desarrollo profesional y merma sus derechos y prestaciones sociales.

CCOO Y UGT EXIGIMOS AL GOBIERNO Y A LAS FORMACIONES POLÍTICAS COMPROMISO POR LA IGUALDAD Y CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO:

• Avanzar en la eliminación de las violencias machistas, garantizando el estricto cumplimiento del compromiso económico, seguimiento y evaluación de las medidas acordadas en el Pacto de Estado en materia de Violencia de Género.

8 DE MARZO 2018 - DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER #VivasLibresUnidas POR LA IGUALDAD

• Impulsar el Diálogo Social y la Negociación Colectiva, incrementar las políticas activas de empleo, exigir planes de igualdad en todas las empresas obligadas por ley y establecer medidas de acción positiva, imprescindibles para combatir las brechas de género en el empleo, avanzar en conciliación y corresponsabilidad y eliminar las desigualdades en la protección social.

• Incrementar los recursos técnicos y humanos de la Inspección de Trabajo, y mejorar los criterios de vigilancia y control del cumplimiento de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el ámbito laboral.

• Activar políticas y medidas efectivas de corresponsabilidad, para que los cuidados se repartan equitativamente entre mujeres, hombres, la sociedad y el Estado, como la aprobación de la 5º semana del permiso de paternidad, postergada por el Gobierno o la retribución de las excedencias por cuidado familiar, en línea con las propuestas aprobadas por la Comisión Europea en 2017.

• Fortalecer los servicios públicos, especialmente en Educación, Sanidad y Servicios Sociales, impulsando un modelo educativo igualitario que combata los estereotipos sexistas, así como garantizar las infraestructuras públicas necesarias para la atención a mayores, personas dependientes y menores, especialmente de 0 a 3 años.

• Promover una ley para la igualdad salarial, y avanzar en la representación paritaria en los distintos órganos de representación y decisión del conjunto de las estructuras sociales y económicas de la sociedad española.

• La ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el trabajo digno de las trabajadoras del hogar, así como la promoción activa, desde la representación de España en la OIT, de la aprobación de un Convenio Internacional contra la violencia de género en el lugar de trabajo.

UGT y CCOO en el 8 de marzo reiteramos la denuncia por la inacción institucional y gubernamental de Europa ante el drama de las personas que han huido de sus países en conflicto, buscan refugio o solicitan asilo, y el especial impacto que sufren las mujeres y las niñas, en muchos casos víctimas de abusos y violaciones.

CCOO y UGT llamamos a trabajadoras y trabajadores a secundar la convocatoria de paros laborales de dos horas por turno y a participar en los distintos actos, manifestaciones y movilizaciones que se celebren con motivo del 8 DE MARZO, para reiterar nuestro compromiso activo con la eliminación de la discriminación laboral, económica y social de las mujeres.

7. CGT: Sin nosotras el mundo no funciona

Denunciamos la mercantilización que nos explota y esclaviza en la precariedad de nuestras vidas, siendo especialmente cruel en las vidas y discriminación a las mujeres.

Denunciamos que nos dificulten doblemente a las mujeres el acceso al empleo, no queremos más empleo precario, temporal, jornadas parciales y horarios incompatibles con el trabajo de cuidados que se nos imponen. Exigimos que se acabe con la brecha salarial, la desigualdad en las pensiones, el acoso sexual y por razón de sexo en los centros de trabajo.

No pueden continuar las violencias machistas y del mercado que nos tratan como objetos, posesiones del mercado, de los hombres que nos violan, acosan, maltratan y asesinan, que enferman e incapacitan a las mujeres para vivir. Pero también de las instituciones y sus leyes que reproducen actitudes y conductas machistas. Denunciamos las leyes por no garantizar el derecho a que todas las vidas sean sostenidas sin discriminar a ninguna. Exigimos respeto social y que la Iglesia no se siga inmiscuyendo.

Queremos un sistema educativo que reconozca toda nuestra diversidad, como mujeres lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, sin género, queers+; Queremos derechos sexuales y reproductivos para todas.

Es preciso que se eduque en la corresponsabilidad de los cuidados tanto a los hombres como a la sociedad. No queremos ni soportamos más seguir siendo las únicas responsables invisibles de los cuidados de las personas dependientes.

Queremos tener una sanidad pública y de calidad que no trate como enfermedades la vida de las mujeres, su menstruación, sus embarazos, su menopausia. Que la medicina de los hombres reconozca y respete nuestros cuerpos y nuestras vidas.

Las mujeres nos declaramos insumisas de las fronteras que sostienen el racismo, los CIE, y las deportaciones de vidas.

Queremos que se nombren y se equipare el valor en todos los trabajos que sostienen nuestras vidas: el trabajo doméstico y de cuidados, en particular, el que realizan las mujeres esclavizadas en el régimen especial de empleadas de hogar; y el trabajo reproductivo, de la vida y de la respuesta social a la precariedad.

Mujeres migrantes, presas, diversas funcionales, de todos los sectores productivos y reproductivos, juntas en los colectivos sociales de clase gritamos:

Sin nosotras no hay ni producción ni reproducción. Queremos parar para parar el mundo.

Como decía Louise Michel en la Comuna de París: “Las mujeres no se preguntaban si una cosa era posible, sino si era útil, y entonces lograban llevarla a cabo”.

Huelga para vivir, huelga para cuidarnos.

Únete a la lucha que somos muchas.

8. Lucha internacionalista

En 1910 Clara Zetkin, una de las principales dirigentes socialistas y feministas, propuso al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague. Reivindicando especialmente a las más de quince mil obreras textiles que se movilizaron en Nueva York en marzo de 1908 exigiendo reducción de la jornada laboral, mejores salarios y el derecho al voto. Pasaron 110 años de aquellas históricas jornadas de lucha y nuestro mejor homenaje es el de seguir movilizadas por nuestros derechos.

Este año en más de 200 ciudades del mundo las mujeres queremos volver a ser protagonistas de una nueva jornada internacional de lucha. Queremos poner en evidencia cómo las mujeres nos organizamos, utilizando mundialmente la huelga, el método de lucha de la clase trabajadora, para frenar los planes de ajuste que los gobiernos capitalistas aplican en todo el mundo y que nos golpean particularmente a las mujeres. Recientemente, el informe Oxfam publicó que el 82% de la riqueza mundial generada durante el 2017 fue a parar a manos del 1% más rico de la población mundial. Según estos datos, las más perjudicadas son las mujeres, que sufren mayores niveles de discriminación en el ámbito laboral y asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado. Por eso, somos las más pobres entre los pobres y nos organizamos para enfrentar este sistema capitalista y patriarcal que nos superexplota.

En el Estado Español la brecha salarial entre varones y mujeres ha aumentado el último año y las mujeres cobramos de media un 29,1% menos. En muchas partes del Estado la situación empeora: en Catalunya la brecha se amplía más todavía arribando al 30%, en Madrid un 37%, y en Asturias alcanza el 38%. Las razones principales es que los trabajos con salarios más bajos, inferiores a 1000 euros, son ejercidos mayoritariamente por mujeres. Es que el 18% de las mujeres no arriba al salario mínimo, mientras que en el caso de los varones el porcentaje es del 8%. Las mujeres realizamos además los trabajos más precarios en términos salariales y de condiciones de trabajo. En lo que refiere al contrato laboral, padecemos mayormente los contratos temporales, y somos mayoría en los trabajos de jornada parcial. Lo que es peor todavía, es que la tendencia de esta brecha continúe aumentando si no se aplican políticas contra la desigualdad. Con el precedente histórico de la huelga feminista de Islandia en 1975 que culminó con una Ley de Igualdad Salarial y a la realidad, con las tasas mas bajas de desigualdad de género, las mujeres trabajadoras debemos hacer sentir el reclamo por igual trabajo, igual salario y contra la precarización laboral y la feminización de la pobreza y contra los recortes. Denunciando a la patronal y a los partidos políticos que gobiernan a su servicio y defienden sus intereses como el PP, PSOE o Cs.

A la brecha salarial, las mujeres de todas partes del Estado sumamos la denuncia a los más de 1000 feminicidios de los últimos 15 años, así como las millones de agresiones sexuales y todo tipo de violencia que padecemos a diario por el sólo hecho de ser mujeres y exigimos presupuesto para prevención y políticas de género, un dinero que existe pero se destina mayoritariamente a pagos de deuda. Denunciamos también la presencia de la Iglesia en todos los niveles educativos, así como la privatización de la educación. Repudiamos en particular los dineros públicos destinados a escuelas del Opus Dei y de diferentes organizaciones religiosas que segregan por sexo, y exigimos un educación totalmente pública, laica, gratuita, con perspectiva de género, y al servicio de las clases trabajadoras y los sectores populares. Reivindicamos el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos y exigimos aborto libre, legal, seguro, y gratuito, incluida para las menores de edad que hoy no tienen acceso al mismo.

Pero además, las mujeres no sólo sufrimos de forma particular la crisis económica y los planes de ajuste sino también las políticas represivas y el ataque a nuestros derechos y libertades. El Estado monárquico actúa contra las mujeres con la misma impunidad que defiende a los corruptos y encarcela a quién se opone, cómo están haciendo en Cataluña. El Régimen del 78 que ha intentado negarnos el derecho ganado a decidir sobre nuestros cuerpos con la Reforma de Gallardón (PP) en 2013 y que las mujeres hemos conseguido tumbar, es el mismo que ahora niega con una violencia sistemática el derecho a decidir del pueblo catalán, aplica el reaccionario artículo 155 e interviene y ataca la escuela pública. Las mujeres no somos indiferentes de esta situación que además, nos ataca directamente. Es el mismo Régimen que mientras destinó millonadas a mantener las fuerzas de ocupación en Cataluña recorta en políticas de género en los Presupuestos Generales del Estado. Por eso afirmamos que no hay una salida verdadera para las mujeres con un Estado y un Régimen construidos sobre esta violencia estructural.

Las mujeres trabajadoras, jóvenes, migradas, somos parte de la lucha contra el Régimen del 78, el mismo que concede privilegios únicos a la Iglesia Católica. Y cómo ha demostrado el pueblo de Cataluña el 1 de octubre y en las huelgas generales, nuestros derechos sólo se podrán conseguir con la movilización y la organización, independiente y desde abajo. Porque nuestra lucha no es para acceder a los altos cargos ejecutivos y judiciales ni gobernar al servicio de este sistema capitalista y patriarcal como Ángela Merkel o Michelle Obama. Nuestra lucha es la de las mujeres trabajadoras de Inditex en Pontevedra, que con la huelga han conseguido un triunfo contra la discriminación laboral. Nuestra lucha es la de las trabajadoras del servicio de ayuda domiciliaria que se organizan contra la precarización y por la municipalización del servicio. Nuestra lucha es la de Yolanda González, mujer, joven, vasca y estudiante, asesinada por el fascismo durante la transición. Nuestra lucha es la de la adolescente palestina presa Ahed Tamimi que resiste a la ocupación sionista. Nuestra lucha es la de la mayoría de las mujeres, las trabajadoras, jóvenes, estudiantes, y migradas.

Por eso, este 8 de marzo, llamamos a organizarnos de forma independiente, en asambleas abiertas en nuestros lugares de trabajo, de estudio, en los barrios, y pueblos. Que se sienta en las calles nuestro grito. Vamos por un gran paro internacional feminista, contra la opresión patriarcal y la explotación capitalista.

¡Igual trabajo, igual salario. Basta de precarización. Paremos los recortes. Derogación de la Reforma laboral!

¡Ni Una menos. Vivas y Libres nos queremos!

¡Aborto legal, libre, seguro y gratuito!

¡Basta de represión. Fuera el 155. Libertad presas políticas!

¡Abajo la Monarquía. Derroquemos el Régimen del 78. Por una República de las Trabajadoras!

¡Viva el día internacional de las mujeres trabajadoras. Vivan nuestra lucha en todo el mundo!

Lucha Internacionalista

8 de marzo de 2018

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