El pelo: cómo conseguir una melena al viento

Para ello, no debes olvidarte de la salud del pelo, y de aplicarte productos que puedan sacar lo mejor de tu pelo. Por ello, sigue nuestras recomendaciones y lucirás una melena mucho más bonita.

Por ejemplo, la falta de brillo o poca densidad del cabello es el principal problema de la mayoría de la población. Para solucionar este problema, cada persona debe utilizar un champú formulado para su tipo de pelo. Si tu pelo es seco, utiliza champús basado en productos naturales que sean nutritivos, y que sean capaces de aportar a tu pelo la elasticidad que necesita, para que así no se quiebre habitualmente. De hecho, una de las causas por las que a la gente con el pelo seco no les crece casi el pelo, es que se les parte.

Es decir, el pelo les crece igual que al resto de población, pero al partir las puntas continuamente nunca llegan a tener una melena larga. Para solucionar esto, debes nutrirlo y conseguir la elasticidad adecuada para que no se parta.

Si tu pelo es graso, no olvides lavarlo más habitualmente, ya que aunque la grasa es una parte esencial para el buen estado de nuestro pelo, un cabello demasiado grasiento hará que no respire bien e incluso puede afectarnos al estado de la piel de nuestro cutis.

Lo mismo ocurre con problemas como la caspa. Además de ser un problema estético, puede producirnos picores y otras incomodidades. Acaba con este problema que acompleja a muchísima gente en su día a día, e incluso en su profesión. Escoge productos adecuados para ello y si no es finalmente el adecuado, lo mejor es que consultes con un especialista.

El lavado y el secado

Si tu melena es poco abundante, evita productos para el lavado y el acondicionamiento que tengan siliconas. Tu elección deberán ser champús y productos libres de siliconas, que aporten volumen y que además contengan pocos aditivos.

Es importante lavarlo con frecuencia, a pesar del mito que dice que lavar mucho el pelo hace que se caiga. Lavar el pelo es la clave para evitar los depósitos de grasa, suciedad y restos de células muertas en el cuero cabelludo. La mejor forma de lavarlo es, una vez que estés en la ducha, no frotar tu cabeza haciendo que tu pelo se enrede. Procura aplicarte el champú en la parte alta de tu cabeza, y poco a poco enjabona con los dedos hacia el final de tus puntas, pero hazlo de tal forma que evites la mayor parte de los enredos.

Intenta, cada vez que sales de la ducha, secar tu pelo lo más que puedas con una toalla. En ningún momento lo frotes simplemente, envuelve tu pelo en una toalla especial que sea capaz de quitar la mayor parte de humedad. Así, a la hora de secarlo con el secador el tiempo será menor y los daños causados por este también. Si tu pelo es muy seco no olvides utilizar productos especiales para la utilización en seco. Suelen ser mascarillas o serum en seco, que aportan la nutrición y la elasticidad que hace falta, para que tu pelo no se rompa.

Si te lavas la cabeza todos los días, no olvides utilizar un champú de uso frecuente. Esto es importantísimo, ya que este tipo de champú respeta mucho más la salud de tu cuero cabelludo y tu pelo.

Sí quieres dar un poquito más de volumen a tu pelo en un momento dado, puedes usar unos polvos de talco. Sí, cómo lo oyes, de esos que tienes en casa. La clave está en esparcirlos con tu mano por la raíz, y de esta forma verás que cobra mucho más volumen. Es cierto que este remedio es mucho más efectivo para las personas con el pelo claro, ya que los polvos de talco quedan totalmente invisibles. Las personas de pelo oscuro deberán tener cuidado.