Crónica Numancia-Sporting: Con la miel en los labios, adiós prematuro

Dos goles en propia, de Higinio, primero, y de Grego, después, desactivaron el Plan B de un Numancia que se entristeció en exceso en el mismo momento en el que recibió dos puñaladas seguidas. El cuadro numantino se despide, ¡Qué remedio!, de su queridísima Copa del Rey a las primeras de cambio. En la segunda ronda, a partido único: un hasta luego marcado por el infortunio. Ambos bloques se emplazan para este domingo (20:30 horas) en El Molinón. La Liga experimentará con el estado anímico de un Numancia al que Marcos Isla hizo soñar con el 1-2 en el torneo del KO.

La Copa siempre acaba volviendo a Soria, donde empezó todo para el Numancia en febrero de 1996. ¿Lo recuerdas, Barça? Con esa fragancia copera, López Garai embadurnó su habitual sistema (4-3-3) con engranajes completamente nuevos. Cambios en todas las líneas. Campos se estrenaba bajo los tres palos y redebutaba Luis Valcarce, a quien su rodilla, al fin, le ha dado un respiro. Ya lo avisó el míster del País Vasco: jugarían ambos. Nada nuevo en la oficina de Los Pajaritos, que volvía a concentrar un debut copero en Soria. No ocurría desde la campaña 2015-16, cuando estuvo por allí el Deportivo Alavés.

Con aires de ‘vendetta’, ya que el cuadro soriano se cargó al gijonés en la tercera ronda el pasado curso, el Sporting desconcertaba al Numancia en un arranque dubitativo por parte de los de López Garai. Nacho enseñaba los colmillos en la primera acción peligrosa del Numancia. Como una bala, el ‘11’ llegó a forzar, escapándose en solitario, el primer saque de esquina. Se desprendió el Numancia de unos espesos minutos desde la esquina. Mismo guión, en los minutos 13 y 14: la ponía Mateu y cabeceaba fuera Higinio. Rondaba el gol el bloque numantino ante los del ‘Pipo’ Baraja, quienes fueron entonces los que dudaron.

Momento de fallos. Dos en menos que canta un gallo. Error saliendo desde atrás que casi aprovecha Neftali para avanzar a los asturianos y, en la jugada siguiente, Higinio sacaba en boca de gol un disparo de su propio equipo. Ver para creer. Se iban encontrando Mateu y Valcarce por la izquierda, asociándose, y el Numancia empezaba a ver la luz. Paso al frente y a correr por los carriles.

Crujido y silencio, súper sepulcral en Soria. Dos mazazos seguidos. Rocío de agua heladísima. El Sporting se encontraría con dos goles consecutivos que dejarían sin muchas pilas al Numancia. Higinio, envuelto en otro triste infortunio, y Grego anotaron sendos goles en la portería que no tocaba. En la suya. La esperanza del cuadro numantino pendía de un hilo. Mateu no pudo recortar distancias en un 1-2 que al final no resultó. Y eso que el balón le quedó franco en una cantada de Mariño.

Hizo sonar la flauta un canterano. En una jugada de Viguera, impregnada de desborde, apareció la cabecita de Marcos Isla para animar a Los Pajaritos. Centro, remate y gol. Jugada de billar. Mientras tanto, Campos sujetaba al Numancia en el 1-2. El arquero, que sacó a pasear su manopla, le aguó la fiesta a Morilla. Crecía el Numancia con Los Pajaritos, 2.800 espectadores, a su lado. Tuvo Oyarzun la llave del 2-2 en una contra de libro, con un Sporting vencido en un dos para tres. No llegó a las piernas de Nacho esa filtración.

El ritmo lento en el último compás acabó por sofocar la reacción de un Numancia que cambió radicalmente en el segundo acto. No le dio para remontar. Acabó por desesperarse Los Pajaritos. Tímidos silbidos al final.