Sarnago muestra su compromiso para la supervivencia

La entrega del premio Colodra 2017 a la Asociación Cultural Amigos de Sarnago, el pasado mes de agosto, ha supuesto para ese colectivo un importante reconocimiento a su trabajo y compromiso, por parte del conjunto de la sociedad soriana. El galardón, que convoca la Diputación Provincial de Soria, es un espaldarazo al esfuerzo de los 170 socios de la asociación (creada en 1980), que lleva casi cuatro décadas luchando por la supervivencia de un pueblo de Tierras Altas que, en 1979, parecía condenado a su desaparición, cuando se murió su último habitante.

El 23 de abril de ese año de 1979, fiesta de los comuneros y de Castilla y León, murió en el hospital de Soria Aurelio Sáez, el último vecino de Sarnago, según recordó el escritor y natural de esa localidad, Abel Hernández, en una columna de La Razón en abril de 2017. “Nadie acudió a recoger su cadáver, que acabó en la sala de disección de la Facultad de Medicina”, apuntó.

Pero los ‘hijos’ de Sarnago no estaban por la labor de abandonar y ver ‘desaparecer’ su pueblo, y enseguida surgió una asociación cultural y vecinal que agrupó a las familias que seguían acudiendo al pueblo de vez en cuando, y que comenzaron a arreglar sus casas, en un caserío sin ningún servicio, asentado junto a la sierra de Alcarama.

El objetivo de este colectivo ha sido, a lo largo de estos casi 40 años, recuperar el pueblo y su patrimonio cultural popular, sus tradiciones, su folclore...

25 casas de segunda residencia se han recuperado, y la ilusión colectiva se mantiene en la Asociación desde hace décadas, para trabajar en la recuperación y rehabilitación de diferentes edificios públicos y del patrimonio cultural. Sarnago llegó a tener 400 habitantes.

Precisamente, son los valores que el premio Colodra tiene en cuenta y valora, en el trabajo de asociaciones y entidades. Por ello, está bien concedido el galardón -en su quinta edición- a la Asociación Cultural Amigos de Sarnago, un referente del asociacionismo comprometido del medio rural soriano.

El presidente de la Diputación Provincial de Soria, Luis Rey, cuando entregó el premio al responsable de la asociación, José María Carrascosa, en el propio pueblo de Sarnago, resaltó la importante labor que está desarrollando la Asociación Amigos de Sarnago, para que “este pueblo no esté abandonado”, recordando que se han arreglado casas o se ha acondicionado la plaza, entre otras iniciativas de rehabilitación y arreglo del patrimonio arquitectónico.

El listado es largo después de tantos años de hacenderas colectivas: la fuente, el lavadero, el cementerio, edificio de las escuelas, pavimentación de calles, pavimentación de calles, alumbrado público... Pero la satisfacción es grande, ante tanto esfuerzo, porque se ha recuperado más de una veintena de casas, y se están haciendo dos nuevas.

Carretera

A ello se suma el asfaltado del camino de acceso al pueblo, que se venía reivindicando hace décadas, más concretamente desde 1968, y que desde este verano es una realidad gracias a la colaboración de todos, la Mancomunidad de Tierras Altas, el Ayuntamiento de San Pedro Manrique (al que pertenece Sarnago), la Diputación Provincial y la propia asociación.

Los vecinos -ante el silencio de las administraciones locales- se ha ido autogestionando el cuidado y mejora del pueblo, si bien el propio presidente de la Asociación, José María Carrascosa, ha reconocido que tampoco han sido pesados en acudir a los despachos para pedir.

El Ayuntamiento les dejaba hacer, y los vecinos han sabido trabajar, priorizando las mejoras más urgentes.

Aunque sí señala que el Ayuntamiento les ha apoyado en dotaciones básicas esenciales, como la captación y el depósito de agua.

Iglesia

Con el final del verano llega la marcha de vecinos a las grandes ciudades, y ya toca ir preparando el trabajo de otro año. Ilusión y proyectos no faltan, entre ellos, la rehabilitación de la iglesia, que está hundida, y su espadaña. Para ello, hay que ver cómo se pueden conseguir fondos, hay que hacer un proyecto, y hay que hablar con el Ayuntamiento de San Pedro Manrique y la Diócesis de Osma-Soria.

Así lo ha apuntado el presidente de la Asociación, que también considera que necesitarían una nueva sede social y centro multiusos.

Castro

La Asociación está muy pendiente de poner en valor el patrimonio cultural y paisajístico, lo que ha llevado a recuperar a rehabilitar y recrear la calera que existía para obtener cal, un material esencial hace décadas.

También se ha colocado una placa donde estuvo asentado un antiguo castro celtíbero, y también se ha querido poner en valor el paisaje, para lo que se ha instalado un ‘banco del atardecer’, a fin de disfrutar de ese momento.

Se organizan múltiples actividades “con las que se quiere poner de manifiesto que Sarnago sigue vivo”.

José María Carrascosa, satisfecho de la labor que durante 38 años ha realizado la asociación, destaca el cambio experimentado en el pueblo, “además de físicamente con el arreglo de casas, también en las costumbres como es nuestra fiesta más entrañable y particular, las Móndidas”.

Carrascosa considera que el Premio Colodra, según dijo en la entrega del premio, es un “estímulo para seguir adelante y seguir luchando” por la mejora de Sarnago.

Atención a la cultura

La cultura ocupa una parte importante de la actividad de la Asociación de Sarnago. A la creación de un museo etnológico, o la recuperación de la fiesta de las Móndidas, se suma una amplia, interesante y de calidad programación, que se realiza en varios momentos del año.

Por ejemplo, en junio se realizó un ambicioso homenaje al escritor Julio Llamazares, con motivo del 30 aniversario de la publicación del libro ‘Lluvia amarilla’, una obra emblemática sobre la despoblación del medio rural, que está inspirada en Sarnago, pueblo que conoció el escritor, aunque el nombre del pueblo de la obra sea otro.

Son muchos los intelectuales que están vinculados al proyecto de la Asociación Cultural Amigos de Sarnago, una iniciativa singular que aúna el fomento de la cultura y la lucha por la supervivencia del medio rural. La Asociación también publica una revista anual.