¡Cómo está el patio!

La primera quincena de este electoral 2019 ha sido especialmente anodina en lo que se refiere a la actividad pública de los principales partidos sorianos. Pero no sean ustedes malpensados, no es que nuestros representantes hayan estirado en exceso sus vacaciones, es que andan muy liados en la, cada vez más complicada, tarea de confeccionar las listas para las elecciones de mayo. En eso, y en evitar que les crezcan los enanos que no es sencillo en una situación tan convulsa como la que vivimos.

Al PSOE los problemas se le plantean desde fuera de la provincia. Primero fueron Ábalos, el ministro con mayor interés para la provincia, y Carmen Calvo, la vicepresidenta, los que se cayeron del programa de Think Europe evitando así la posibilidad de ser preguntados por la situación en la provincia y haciendo un feo a un evento especialmente cuidado y potenciado por Carlos Martínez. Tampoco ayudan las declaraciones de Óscar Puente, portavoz de la ejecutiva federal del PSOE, quien pidió que Castilla y León centrase sus esfuerzos para luchar contra la despoblación en Valladolid.

Pero donde el patio está realmente animado es en la derecha. De Gregorio continúa su callada política de fichajes que hará que al PP Soriano, como pasa con mucha de las listas auspiciadas por Casado, sufra una auténtica revolución que lo deje irreconocible. La baja de Antonio Pardo supone un preocupación más para los populares, sobre todo si escucha los cantos de sirena que le tientan desde la PPSO. La PPSO de De Miguel que incluso ha llegado a ofrecer la candidatura en la capital a Soria Ya, propuesta que muy acertadamente la plataforma ha declinado a las primeras de cambio. Yolanda debe estar preocupada y más tras el primer acto de Vox en Soria que, boicots a parte, certifica que el partido de Abascal va a sacar varios centenares de votos en Soria. Y no tengan duda de que esos votos van a salir de la buchaca del PP. Mientras la izquierda ya ha iniciado búsqueda de candidatos y De Lózar parece animado a repetir. Les dije que nos ibamos a divertir ¿verdad?