GALERÍA: Soria se viste de morado y lucha por el 8M

Unas 300 mujeres se han dado cita en la bautizada como plaza de las Mujeres (plaza de San Esteban) de la capital soriana para arrancar las actividades en conmemoración del 8 de marzo, Día de la Mujer.

Primero era el turno de las más jóvenes. Las estudiantes sorianas han dado la cara con una manifestación que ha arrancado desde esta misma plaza y ha llegado hasta Mariano Granados para regresar al punto de origen. En su recorrido han portado carteles con diversos lemas feministas y han entonado gritos que han servido para reivindicar la igualdad efectiva.

Después, ellas ya unidas al resto de la convocatoria, han reinaugurado la plaza de las Mujeres con una Haka (tradición de la cultura Maorí que consiste, a la vez, en una danza ritual y en un grito de guerra o de batalla) y canciones con letras adaptadas al movimiento feminista.

Gloria Gonzalo, una de las organizadoras de las actividades, ha señalado que este día significa para las feministas de Soria "igualdad. Que estamos ahí, vamos a estar todos los días, en todos los lugares y no vamos a dar ni un paso atrás". El significado de la danza de la Haka viene dado porque "teníamos ganas de compartir espacio y tiempo entre todas las mujeres y por ello consideramos que el baile era una de las mejores formas de reiunaugurar este espacio que ya entendemos como Plaza de las Mujeres".

Respecto a lo que se ha avanzado en materia de igualdad y a las metas pendientes Gonzalo ha recordado que "queda mucho por hacer". Pero en positivo, ha señalado que respecto a la convocatoria de 2018 "nosotras estamos más juntas que nunca, encontramos muchas similitudes en las diferencias. Cuando gritamos, si nos tocan a una nos tocan a todas. Lo queremos todo y lo queremos para todas".

Y para concluir e intentando hacer frente a las voces críticas que consideran que este día con las acciones sonoras (baile y canciones) tiende a convertirse en un festivo más y se aleja de la lucha que le debe ser propia Gloria Gonzalo ha recordado que "en ningún caso entendemos el 8M como una fiesta pero hacemos nuestro el grito de alegría como resistencia. No nos pueden robar la sonrisa".