El Numancia dice adiós a la promoción de ascenso al perder 0-1 ante un Villarreal B que fue superior

El Numancia, con su derrota frente al Villarreal B por la mínima, se despide definitivamente de luchar por la sexta plaza, que da derecho a jugar la fase de promoción de ascenso a Primera, mientras el filial amarillo prácticamente se asegura su permanencia en la categoría.

El equipo soriano, sin alma y sin fuerza durante demasiados momentos del partido, vio como el equipo castellonense se llevó los tres puntos de Los Pajaritos -es el tercer equipo que lo consigue tras el Celta y el Valladolid- y le pegaba un pequeño repaso en la segunda parte, donde demostró que tenía más ganas que su rival.

El Numancia regresaba a su campo de Los Pajaritos en busca de una victoria que se le negaba desde hace un mes y lo hacía con tres cambios tras la nueva decepción a domicilio en Huesca.

En una primera mitad de ida y vuelta, con las defensas muy adelantadas, el marcador podía haberse disparado a poco que los jugadores hubiesen estado más atinados en los metros finales.

Natalio abrió el carrusel de ocasiones (min. 1) nada más comenzar el encuentro, a la que replicó Iriome (min. 6) con un disparo con rosca con su pierna izquierda que se perdió pegado al poste.

Iñigo Díaz de Cerio, una de las novedades en el once local, cruzó por encima del larguero tras un contragolpe iniciado por Pavón (min. 13). El central numantino evitó que un pase de Trigueros llegará a su destino dentro del área pequeña (min. 16). Iriome hizo trabajar a los centrales numantinos, en sendos pases que ya buscaba Joselu, en boca de gol (min. 21).

Bedoya, Cedric, Iñigo, Nano lo intentaron pero poco acierto, hasta que Joselu (min. 38) perdonó la ocasión más clara, tras un nuevo pase de Iriome, que había convertido la banda izquierda en su autopista particular.

Nula capacidad de reacción, pese al gol anulado

En la reanudación, un desajuste defensivo del Numancia, a la salida de un córner, trajo la ventaja del Villarreal, tras rematar en el segundo palo el central Kiko.

Con cuarenta minutos por delante, el Numancia no tuvo la suficiente capacidad de reacción ni la chispa necesaria para darle la vuelta al resultado. Y por contra, comprobó como el rival se le subía a las barbas. Malón despejó a córner un centro que llevaba marchamo de gol, al cuarto de hora.

Un gol anulado a Nano, por fuera de juego, al saque de una falta indirecta de Julio Álvarez, cuando faltaba cuarto de hora para el final, podía haber metido al Numancia en el partido, en una segunda parte donde el Villarreal volvió a tener otras dos ocasiones -en especial la vaselina de Iriome que pegó en el larguero- para alejar posibles apuros.