Almarza y San Andrés sellan su unión con el rito del traspaso del Arca-Archivo
Imagen de anteriores años
Vecinos y visitantes de los pueblos de San Andrés de Soria y Almarza escenificaron hoy el tradicional traslado del Arca, una fiesta que se celebra anualmente desde hace 700 años y que sirve para comprobar la autenticidad de los documentos medievales mejor conservados de Castilla y León. El Arca-Archivo fue llevada desde San Andrés de Soria a Almarza, donde será custodiada durante todo el año. Al acto central acudió el crítico literario soriano, César Millán. El rito del traslado arrancó con la ceremonia eucarística en la iglesia de las localidades de Almarza y San Andrés. Pasadas las 13.00 horas, los vecinos de ambas localidades se encontraron en el paraje 'Cantogordo', que limita los dos términos, y abrieron el Arca para comprobar la presencia de los documentos medievales.
La alcaldesa de Almarza, Ascensión Pérez, recalcó que la tradición simboliza la unión de dos pueblos, y se comprometió a seguir impulsando uno de los mejores ritos de la comarca de El Valle.
Pérez recordó que el rito abre una serie de manifestaciones conservadas del pasado que continuarán con las danzas del paloteo a partir de este mes en distintas localidades, el Paso en San Pedro Manrique (Soria) en la noche de San Juan en el mes de junio, y el Toro Jubilo de Medinaceli (Soria) en el mes de noviembre.
El traslado del Arca-Archivo está documentado desde el año 1329. Entre el vecindario queda el grato recuerdo de aquella antigua hermandad, llamada de 'Los Cuatro Lugares', que la componían los pueblos de Amarza, San Andrés, Cardos y Pipahón, estos dos últimos ya desaparecidos.
El Arca-Archivo contiene documentos desde la época medieval utilizados en la gestión de la Dehesa Comunal, y que fueron restaurados y clasificados en la década pasada para garantizar su conservación futura por parte de la Junta de Castilla y León.
Dos llaves simétricas, que giran en sentido inverso, abren y cierran el Arca. La izquierda es de San Andrés y la del lado derecho de Almarza. El Arca, hecha de roble, se traspasa de pueblo a pueblo en depósito de la indivisible y común historia que guardan las dos poblaciones.
La música de los gaiteros puso el ambiente festivo a una jornada soleada y de temperatura agradable para la época invernal en la que se desarrolla el evento. Al finalizar, vecinos y participantes en la fiesta degustaron un ágape como símbolo de encuentro y fraternidad, según destacó la presidenta de la corporación de Almarza.
El Arca-Archivo, llevada a hombros por cuatro hombres, es el depósito ambulante de pergaminos y confirmaciones reales, de ordenanzas y ejecutorias, de las actas de las juntas comunales, de sentencias y reivindicaciones. Durante el acto cuatro niños de ambas localidades relataron la historia de los documentos de ambas localidades.
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