Cerca de dos centenares de personas se han congregado esta mañana en la ermita de la Soledad, tanto en el interior como a sus puertas, para volver a orar en torno a la imagen que da nombre a este pequeño templo situado en la Alameda Cervantes. Un acto que antaño se celebraba con el fin de mantener el espíritu devocional dentro de la Semana Santa de la capital.
El acto religioso, que se ha desarrollado este Sábado Santo, se ha centrado en la oración de Laudes, y con la lectura de una antigua homilía hecha por el celebrante, Tomás Oliva, en la que se ensalza la importancia y la grandeza del Sábado Santo para los integrantes y fieles de la Iglesia.
De igual modo, se ha entonado por dos veces la Salve en honor a la Madre de Dios y por último, una de las camareras de la Soledad, Pascuala del Hoyo, ha dado lectura a una poesía en honor de la Virgen, escrita por una cofrade que se encuentra en delicado estado de salud.
La imagen de la Soledad, una de las más queridas por los sorianos, ha sido trasladada desde la concatedral de San Pedro a las nueve de la mañana en un sencillo acto procesional en donde los cofrades la han llevado hasta el pequeño templo de la Dehesa, lugar donde permanece durante todo el año, a excepción de estas jornadas de Semana Santa. Como se recordará, debido a la lluvia este viernes 29 de marzo no se celebró la procesión general de estos días de culto en las calles, por lo que la talla de la Soledad ha sido portada por sus cofrades en la mañana de este sábado hasta su lugar de origen.