La Guardia Civil ha culminado, con la detención de dos personas y la recuperación de diverso material arqueológico, una operación denominada Picador, que se inicio con el fin de evitar expolios en el yacimiento de Tiermes donde en las últimas semanas habían aparecido diversas catas.
Como fruto del dispositivo, el jueves de la pasada semana, 19 de diciembre, la Guardia Civil detuvo a dos personas cuando salían del yacimiento de Tiermes con detectores y piezas del yacimiento, después de desplegar un dispositivo de vigilancia en torno al mismo que se prolongó durante más de diez horas.
El servicio, que fue llevado a cabo por personal del Puesto de la Guardia Civil de San Esteban y el Equipo Roca, se activó cuando una patrulla, que vigilaba la zona, localizó un vehículo escondido entre la maleza en el término municipal de Montejo de Tiermes, a unos 3,5 km del yacimiento. Una llamada de un ciudadano había advertido de la presencia de un vehículo sospechoso.
El hecho de ser una noche de luna llena, que generalmente aprovechan los expoliadores para llevar a cabo su actos, y otras circunstancias hicieron sospechar que pudiera estar relacionado con alguna actividad delictiva, por lo que el comandante de puesto de San Esteban organizó una vigilancia discreta que permitió acreditar que dos personas abandonaban el vehículo y se internaban en la zona del yacimiento.
Al cabo de unas horas, abandonaron el yacimiento y regresaron de nuevo al vehículo, momento en el que se les dio el alto y se les intervino tres detectores de metales y restos de cerámica y otros objetos manchados de barro, con signos de haber sido desenterrados esa misma noche.
Posteriormente, la representante del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León denunció que contabilizaron más de quinientos hoyos en el yacimiento. Estas catas habían provocado un daño importante que será objeto de valoración por ese servicio.
Estas dos personas, que fueron detenidos como autores de un delito contra el patrimonio histórico, responden a las iniciales de C.S.D., de 46 años, y J.T.M.R., de 23 años, ambos vecinos de Cuenca. El primero de ellos tiene antecedentes policiales por hechos similares.
Posteriormente, el Equipo de Delitos Contra el Patrimonio Histórico de la Comandancia de Soria se hizo cargo de las investigaciones, lo cual llevó a practicar cuatro entradas y registros ordenadas por el Juzgado de El Burgo de Osma. Uno de estos registros se llevo a cabo en la provincia de Soria y los otros tres, en Cuenca. El de Soria, fue en la habitación del hotel donde se habían alojado, aunque allí no se encontró nada sospechoso.
En esta capital castellanomanchega se localizó un taller con material para la limpieza y reproducción de piezas, que contaba entre otros objetos con un microscopio bifocal, tornos y fresas de precisión, así como 29 monedas antiguas, que se supone procedentes de expolios, un anillo, restos de cerámicas y mapas con anotaciones relativas a otros yacimientos que se están investigando.
Además de los objetos que les fueron intervenidos, se localizó una caja fuerte anclada al chasis del vehículo, lo que da también idea del alto grado de preparación en la ejecución de los delitos que se les atribuyen y la dificultad que ha implicado su captura in fraganti.
Por todo ello, la subdelegada del Gobierno en Soria, María José Heredia, ha felicitado a la Guardia Civil y en particular a las unidades que han actuado en esta operación, "por su profesionalidad, su saber hacer y por el éxito alcanzado en esta operación, lo que, a buen seguro, ha evitado que estos presuntos delincuentes sigan expoliando un patrimonio que es de todos".
Como ha referido el comandante jefe accidental de la Comandancia de Soria, José Manuel García Boluda, que ha explicado los detalles de la operación, "a los detenidos se les considera autores de los expolios recientes en el yacimiento en el que fueron sorprendidos y otros que se investigan tanto en Castilla y León como en el resto de España".
Lucha contra el expolio
Según ha explicado la subdelegada del Gobierno, "afortunadamente, los grandes expolios ocurridos en Soria se remontan a los ya lejanos años 90. Tras controlarse a finales de esa década, hubo un repunte en 2004 y 2005 que, gracias a dos operaciones específicas de la Guardia Civil, volvieron a controlarse". Actualmente, los expolios que se producen ocurren más, precisamente, en yacimientos arqueológicos que en iglesias o ermitas. La dificultad para preservar de actuaciones ilícitas todos los puntos sensibles de la provincia es máxima, puesto que en esta provincia hay inventariados 4.293 lugares con algún valor patrimonial.
En edificios sacros, se ha detectado, eso sí, en el año en curso, pequeños hurtos, o incluso delitos, porque hay daños materiales, en iglesias y ermitas de las que sustraen las pocas monedas que puede haber en los cepillos o lampadarios.
La Operación Ecce Homo del Cuerpo Nacional de Policía permitió esclarecer, en 2011, el último gran expolio de patrimonio sacro que ha ocurrido en Soria, el de Castilruiz de 2010.
Desde que la Guardia Civil llevó a cabo la Operación Cuevas, en 2004-2005, con la detención de los principales responsables de una red de robo y venta de arte sacro, los expolios se han reducido a la mínima expresión. En la segunda década de los noventa y primeros cinco años del nuevo milenio, los expolios en edificios sacros eran muy habituales. Según ha señalado María José Heredia, "Gracias a la labor de la Guardia Civil, prácticamente se habían erradicado".
Sin embargo, la falta de seguridad pasiva de los edificios sacros y la despoblación hacen que, sin la colaboración ciudadana, sea muy difícil acabar totalmente con ellos. La subdelegada del Gobierno ha aprovechado la comparecencia ante los medios de comunicación con motivo de la Operación Picador para pedir "la colaboración ciudadana, para repetir una y otra vez a los vecinos de nuestros pueblos que, ante cualquier circunstancia sospechosa, la que sea, ruidos de motores coches por la noche, personas que despiertan sospechas? llamen al 062, al teléfono de la Guardia Civil. Es preferible constatar una falsa alarma que tener que investigar un delito".
Precisamente, con el fin de promover la participación ciudadana también después de cometido el delito, se publican catálogos de obras de arte sustraídas y recuperadas en la página web de la Guardia Civil. Igualmente hay catálogos de objetos robados en la página web de la Policía.
Las Operación Picador no es un dispositivo aislado puesto que la Guardia Civil lucha en Soria desde hace mucho tiempo contra los expolios en yacimientos. No en vano, nuestra provincia cuenta con importantes zonas arqueológicas. Son frecuentes los operativos de vigilancia establecidos por la Comandancia para la prevención de agresiones al patrimonio histórico, sobre todo en la zona de los yacimientos de Numancia, Tiermes y Úxama.
Durante el presente año la Guardia Civil de Soria ha realizado además otras actuaciones relevantes en defensa del patrimonio histórico, como la aprehensión el pasado mes de abril de siete objetos, entre los que destacaba un anillo de oro de época romana y otros de similar antigüedad, y de varias estelas funerarias el pasado mes de febrero. Igualmente, los agentes de la Guardia Civil han cursado varias denuncias administrativas por el uso de detectores de metales.
Equipo Roca
En la Operación Picador ha colaborado también el equipo de la Guardia Civil creado dentro del Plan contra las Sustracciones en Instalaciones Agrícolas y Ganaderas que se conoce como ROCA. Este equipo de investigación ha participado en los dos últimos meses directamente en la desarticulación de tres grupos que se dedicaban a cometer robos en los pueblos de la provincia. En estas tres operaciones se ha detenido a seis personas, incluidos los dos presuntos expoliadores del yacimiento de Tiermes.
Para la subdelegada del Gobierno, "es necesaria la implicación de todos. Es muy difícil llegar a más de 500 núcleos de población que tienen una densidad de menos de 9 habitantes por kilómetro cuadrado. Los 1.000 ojos de los guardias civiles de Soria, o 1.200 si incluimos a la Policía Nacional, lógicamente abarcan menos campo de visión que los 180.000 de los habitantes de esta provincia".
El Plan contra las Sustracciones en Instalaciones Agrícolas y Ganaderas (ROCA) arrancó en el año 2011 y las nuevas medidas introducidas en este trimestre tratan de revitalizarlo. La experiencia de su desarrollo hasta el momento, va en paralelo con la intención del Gobierno de modificar el Código Penal para abundar en las penas a reincidentes. La aplicación del plan es prácticamente competencia exclusiva de la Guardia Civil, pues el 90% de las explotaciones agrarias y ganaderas se ubican en zonas rurales.
El equipo ROCA de la Guardia Civil en Soria, con sede en El Burgo de Osma, está formado por cuatro miembros y coordinados por el capitán de la compañía. Tiene el apoyo del resto de patrullas de seguridad ciudadana de los puestos de la provincia así como de otras especialidades, particulamente, del Seprona. Su misión es investigar estos delitos y buscar la relación que lleve al esclarecimiento de los hechos y a la detención de sus causantes. Un mismo grupo de personas suelen estar detrás de la mayor parte de los robos en explotaciones agrarias y ganaderas que se producen en las distintas zonas.