El grupo mayoritario del PP ha sacado adelante los presupuestos para 2014 de la Diputación, que alcanzan los 47.854.200 euros, una cantidad similar a la del ejercicio anterior, ya que sólo baja un 0,36%. El Plan de Empleo y Fomento para la provincia, aprobado recientemente de manera unánime por los tres grupos de la corporación provincial, marcan las grandes líneas del nuevo presupuesto, con un 19% más de inversión.
El presidente de la Diputación, Antonio Pardo, destacó en la sesión plenaria celebrada este viernes 27, que se trata de unos presupuestos comprometidos con el desarrollo de la provincia y con el empleo, marcadamente inversores, que se basa en el Plan de Empleo y Fomento aprobado recientemente, por lo que pidió el apoyo de todos los grupos.
Al detallar las principales partidas, Pardo insistió en los más de 8 millones de Planes Provinciales para las obras de los pueblos, o los más de 6,2 millones para la mejora de carreteras. Asimismo, resaltó que para el departamento de desarrollo económico y turismo, el dinero se ha incrementado un 200%; que los servicios sociales también tendrán más gasto, o que la deuda de la Diputación se seguirá reduciendo, con la previsión de que el año 2014 finalizará con una deuda que no superará los 8,6 millones y una carga financiera del 22%.
En cuanto a los ingresos, Pardo también se refirió al esfuerzo de la Diputación, para no subir el impuesto del IAE, que está en una carga del 3,7%, cuando se permite un porcentaje de casi el 40%. Sin embargo, Pardo justificó esa menor carga impositiva, en el interés de ofrecer las mejores condiciones a posibles emprendedores y empresas, para asentar su actividad en la provincia.
Pero las explicaciones del presidente no convencieron a los dos grupos de la oposición. En el caso de José Antonio de Miguel, portavoz de la PPSO, planteó varias propuestas, para dar el voto favorable a la propuesta presupuestaria del equipo del gobierno. Una era que se fijaran unos criterios objetivos, para repartir el dinero del fondo de los convenios para los municipios de más de 500 habitantes. Las otras condiciones eran que a todos los grupos de acción local se les diera el mismo dinero; que se convocaran líneas de subvenciones para evitar las concesiones económicas 'nominativas', es decir, las concedidas directamente por la presidencia o el equipo de gobierno; o que la Diputación trate a todos los municipios que tienen oficina de turismo por igual, ya que mientras la institución provincial paga las oficinas de El Burgo o Medinaceli, el Ayuntamiento de Almazán tiene que pagar su oficina de turismo.
En líneas generales, De Miguel valoró positivamente las líneas generales del borrador de presupuestos, ya que está en la línea del plan de fomento de la provincia, pero criticó las decisiones sobre la gestión de las residencias, y trasladó su malestar por la concesión de subvenciones de una manera presidencialista y muy personal, por parte de Pardo.
También el representante socialista Luis Rey, que ejerció de portavoz en este debate de los presupuestos, denunció las actitudes 'presidencialistas' de Pardo, a la hora de conceder diversas ayudas económicas. Aunque sí valoró positivamente las tendencias positivas en cuestiones como el empleo y las inversiones, de acuerdo con el Plan de Empleo y Fomento, Rey mencionó otras áreas en las que la tendencia de la situación es regresiva, como son los servicios sociales, con el tema de las residencias siempre latente.
Rey también afirmó que el equipo de gobierno del PP no tenía un proyecto político claro, lo que le hacía caer en contradicciones. Así, recordó que Pardo defiende que la Diputación no tiene que crear empleo, sino crear las bases para que se genere empleo, para justificar los despidos de las residencias; mientras que no duda en participar en la sociedad empresarial de Norma, que se crea para mantener una actividad y crear empleo.