Las aves matan a una vaca y hieren de gravedad a un ternero que se hallaban pastando en el monte. Piden la inmediata indemnización al propietario de los dos animales.
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) Soria ha expresado este jueves su total preocupación, hondo malestar y profunda indignación por un nuevo ataque de buitres al ganado. Esta vez ha sucedido en la localidad de La Póveda, con una vaca muerta y un ternero herido.
Desde la organización profesional agraria (OPA) han reclamado con firmeza y ha instado a que se indemnice de manera inmediata al ganadero por los daños sufridos. Asimismo, han manifestado su respaldo incondicional a este afectado y a todos los que se han encontrado con esta desagradable situación en los últimos meses y han reiterado también que seguirán trabajando para obtener de la Administración "una respuesta positiva" a los expedientes de responsabilidad patrimonial planteados.
En la OPA han significado su que indignación es mayor porque estos problemas ya han sido frecuentemente denunciados y es "inconcebible que la Junta no haya contestado todavía a algunas solicitudes individuales de ganaderos". Por ello han explicado que "no tiene sentido" que el profesional de la ganadería tenga que soportar la "pasividad y falta de diligencia" de las Administraciones a la hora de resolver una solicitud para poder abandonar los cadáveres "y que las aves necrófagas cumplan con su cometido natural, y mientras tanto sufra ataques a su ganado como el ocurrido recientemente en La Póveda".
Así mismo, han reseñado que pese a que se dan seis meses de plazo para responder a esas solicitudes y aún no ha expirado el tiempo en sentido estricto, "es paradójico que se abra ahora un plazo nuevo sin resolver las anteriores".
Como se recordará ASAJA se reunió ya en mayo del año pasado con el jefe del Servicio de Medio Ambiente de la Junta en Soria, José Antonio Lucas, para conocer de primera mano la aplicación efectiva de la regulación de la alimentación de determinadas especies con subproductos animales, una normativa que regulaba tanto los muladares de tipo convencional como retomar "por fin" la posibilidad tradicional de dejar animales en diferentes puntos del territorio para la alimentación de la fauna necrófaga. Pero "ese momento de lucidez parece que fue muy breve y todo quedó en papel mojado".
Así las cosas, para la OPA, con la normativa en marcha y los ganaderos dispuestos a colaborar, "resulta sencillamente evitable a la vez que intolerable que haya ataques al ganado".