El Proyecto Micosilva+ impulsa esta iniciativa, para conocer el ejemplo de valorización agraoalimentaria y turística, en torno a la trufa y otros productos, que lleva a cabo la localidad francesa de Sarlat. La visita busca promover proyectos de cooperación y colaboración.
Una delegación compuesta por representantes de ayuntamientos e instituciones vinculadas al desarrollo micoturístico de la provincia de Soria, han viajado este fin de semana a la Feria de la Trufa de Sarlat en Dordoña (Francia) para conocer ejemplos de valorización agroalimentaria y turística en torno a la trufa; dinamizar el intercambio de conocimientos entre la Feria de la Trufa de Soria en Abejar, y la Feria de la Trufa de Sarlat en el Périgord; y desarrollar proyectos de cooperación conjunta entre los dos territorios (micoturismo, gastronomía, agroalimentación, formación, micoselvicultura).
La delegación estuvo formada por la concejala de Medio Ambiente, Patrimonio y Montes del Ayuntamiento de Soria, Ana María Calvo; el alcalde de Abejar y responsable de la Feria de la trufa de Soria en Abejar, Antonio Carlos Romero Pérez; el presidente de la Unidad de Gestión Micológica 'Montes de Soria, Fidel Soria; el presidente de la Mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria, Miguel Bonilla Cornejo, y la concejala de Turismo del Ayuntamiento de Soria, Teresa Valdenebro, además de técnicos del Proyecto Micosylva+, como dinamizadores del encuentro.
Los anfitriones de la visita fueron la Chambre d'Agriculture de la Dordogne (Francia) y el Ayuntamiento de la localidad de Sarlat, quienes recibieron y acompañaron en todo momento a la delegación española.
Los asistentes a este encuentro tuvieron la ocasión de comprobar las distintas actividades de carácter micoturístico organizadas desde el Ayuntamiento de Sarlat, en torno a la trufa negra del Périgord. Se evidenció que, con las adaptaciones precisas, algunas de estas actividades son perfectamente trasferibles al contexto soriano.
En primer lugar, se visitó uno de los mercados de trufas existentes en la zona, donde los truficultores pueden vender sus cosechas a consumidores locales y turistas, quienes obtienen adicionalmente una garantía de calidad y origen de las trufas, gracias al control establecido por los organizadores del mercado.
Posteriormente, se visitaron varias de las actividades organizadas por la feria como los concursos y demostraciones gastronómicas, acciones de promoción con prensa internacional, talleres de cocina, jornadas de tapas y otros mercados.
Finalmente, se tomó contacto con los organizadores de la feria, quienes explicaron detalles logísticos y presupuestarios de interés, para la trasferencia de este tipo de eventos a nuestro territorio.