La iniciativa 'Clima 2013' del MAGRAMA es un programa que reconoce aquellos proyectos de economía sostenible que primen las reducciones de emisiones de toneladas de CO2 a la atmósfera. En la convocatoria de 2013 se presentaron un total de 190 proyectos de actuaciones en todo el territorio nacional para optar a su preselección como proyecto 'Clima 2013'. El MAGRAMA seleccionó 49 proyectos de los que 35 estaban vinculados a la bioenergía (biomasa, biogás y biocarburantes).
El Fondo de Carbono para una Economía Sostenible (FES-CO2) del Ministerio tiene como principal objetivo reorientar la actividad económica hacia modelos bajos en carbono al mismo tiempo que se contribuye al cumplimiento de los objetivos internacionales asumidos por España en materia de reducción de gases de efecto invernadero.
Mediante la adquisición de créditos de carbono vinculados a proyectos o iniciativas de reducción de emisiones, el FES-CO2 fomenta la actividad de las empresas y las instituciones en los sectores asociados a la lucha contra el cambio climático. El Fondo adquirirá créditos en forma de reducciones verificadas de emisiones de proyectos desarrollados en España, y de forma adicional podrá adquirir créditos internacionales generados al amparo del Protocolo de Kioto, así como cualquier otro tipo de crédito que pueda ser objeto de negociación en los mercados de carbono. En este sentido, el MAGRAMA reconoce las unidades de reducción de CO2 verificadas valorando en 7,10 euros cada tonelada de gases que se deja de emitir a la atmósfera.
La Junta de Castilla y León ha sido reconocida por el Ministerio a través de dos proyectos relacionados con la bioenergía: la red de calor de la Universidad y el Ayuntamiento de Valladolid y la instalación de calderas de biomasa en edificios públicos de Castilla y León. A través de este reconocimiento el MAGRAMA aporta en total 85.200 euros al año a los dos programas por la reducción de más de 12.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, de ambos proyectos.
Implantación de calderas de biomasa en edificios públicos
El programa de implantación de calderas de biomasa en edificios públicos, pretende mejorar la eficiencia energética con un ahorro entre un 20 y un 30 % en costes de combustible, implantar energías renovables, acción ejemplarizante para el desarrollo de la biomasa con fines térmicos en la Comunidad, y favorecer la actividad, crear empleo en el mundo rural y mejorar nuestras masas forestales.
Esta actuación, con una inversión cercana a 40 millones de euros y con unas 175 iniciativas, consiste en la sustitución de calderas de gasoil por calderas de biomasa en centros públicos sanitarios, educativos y de servicios sociales en el mundo rural. Este proyecto contempla unas reducciones anuales de más de 6.600 toneladas de CO2 a la atmósfera y un consumo anual previsto de biomasa de 13.500 toneladas.
Actualmente, están en ejecución cuatro centros públicos (Instituto de Roa de Duero, Colegio Pedro I en Tordesillas, el Centro de Salud de Medina de Rioseco y el Itacyl. También se están ejecutando - o están próximas a ejecutarse - las mejoras en la red de calor del Ayuntamiento de Cuéllar, de dos centros en León, de otros dos en el Barco de Ávila, y de la Residencia Fuentes Blancas en Burgos. Además, en breves fechas, se acordará el inicio del programa en los centros dependientes de la Consejería de Educación.
El otro proyecto de la Junta reconocido por el MAGRAMA es la red de calor de la Universidad de Valladolid y el Ayuntamiento de la ciudad. Se trata de una red de distribución de energía térmica (calor), alimentada con biomasa, que transcurre por las vías urbanas y que proporciona agua caliente sanitaria y calefacción inicialmente a 23 edificios de la Universidad de Valladolid, tres edificios del Ayuntamiento de la capital y cuatro de la Junta de Castilla y León.
Esta iniciativa supone un ahorro en la factura energética del 35 % en los 15 años del proyecto, más de 12 millones de euros en ese período, y 5.400 toneladas de CO2 al año que se dejan de emitir a la atmósfera. Se despliegan dos redes de calor (una para el campus de la Universidad y otra para el resto de edificios) con una longitud total de 12 kilómetros, la más larga de España de estas características. La red se distribuye desde el Campus Miguel Delibes hasta el edificio de Ciencias de la Salud (Facultad de Medicina y EU de Enfermería), en pleno centro de la ciudad. El consumo de biomasa anual previsto en esta instalación es de 8.000 toneladas.
Castilla y León es referente nacional en biomasa
Castilla y León es un referente nacional en la generación de energía a partir de biomasa, somos la primera comunidad autónoma con mayores recursos de biomasa y la mayor comunidad en superficie agrícola y forestal (el 51 % del territorio autonómico es forestal).
Además, Castilla y León ocupa la séptima posición en el conjunto de España en cuanto a generación eléctrica con 12 instalaciones que producen 25 MWe de potencia. Destacan las 10 plantas de biogás, con una potencia acumulada de 5 MWe, asociadas a los centros de tratamiento de residuos sólidos urbanos en los que hay instalado un digestor que genera biogás con el que se produce la electricidad y calor utilizado en el proceso. Cabe señalar un equipo experimental de generación eléctrica mediante gasificación (100Kw) ubicado en una planta en la localidad de Mojados (Valladolid) y dependiente de CIDAUT, y dos plantas que utilizan biomasa sólida y acumulan 20 MWe de potencia. Se trata de la planta de TALOSA en Soria con subproducto forestal en régimen de cogeneración y otra planta en Briviesca (Burgos) que utiliza paja como biocombustible. Además, la Comunidad continúa avanzando el proyecto de GESTAMP de 15 MWe en Soria.
Por otro lado, Castilla y León es líder nacional en la fabricación de pellets aportando el 20 % de la producción nacional, con 7 plantas que pueden alcanzar 160.000 toneladas y otras 3 plantas de fabricación de briquetas. Cabe señalar que Burgos es la primera provincia de España en producción de pellets con 90.000 toneladas al año.
Las siete instalaciones de pellets están en Huerta del Rey, Villazopeque y Doña Santos en la provincia de Burgos; El Sahúgo en Salamanca; Cabrejas del Pinar en Soria, el vivero forestal central de la Junta y una instalación en Pedrajas de San Esteban, estas dos últimas en la provincia de Valladolid. Las tres instalaciones de fabricación de briquetas son el vivero forestal central de la Junta y una instalación en Íscar (provincia de Valladolid) y en Duruelo de la Sierra (Soria).
También, en la Comunidad existen cinco instalaciones de producción de biocombustible líquido para biocarburantes. Una planta de bioetanol está ubicada en Salamanca, con una capacidad de 100.000 toneladas al año de producción, que está trabajando en la producción experimental de biocarburantes de segunda generación. Las otras cuatro plantas, en este caso de biodiesel, están en Palencia, Valladolid y dos en Zamora.
Castilla y León está realizando un importante esfuerzo en desarrollar y consolidar la biomasa como referente en generación de energía. El Plan de Bioenergía de la Junta prevé impulsar el consumo energético de biomasa hasta alcanzar el objetivo de que el 8 % del consumo energético de Castilla y León se cubra con biomasa. El Plan está vigente hasta 2020, y alcanza un grado de cumplimiento en cuanto a instalación de potencia térmica del 50 %.
Es un plan pionero, único en España, y en Europa solo hay 13 Estados y 10 regiones que cuenten con un plan semejante. El Plan de Bioenergía ha sido elaborado por las consejerías de Economía y Empleo, Agricultura y Ganadería y Fomento y Medio Ambiente.
Se trata de una apuesta de la Junta por la biomasa forestal mediante el impulso del sector de la bioenergía, del aprovechamiento energético de la biomasa, de la movilización de productos forestales con destino energético, de plantas industriales para la producción de energía en base a biomasa y de la biomasa forestal con fines térmicos como combustible alternativo al gasoil.