El presidente de Castilla y León participa en el XXXI aniversario del Estatuto de Autonomía.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha aprovechado la celebración, este martes, del XXXI aniversario del Estatuto de Autonomía, para recordar que lo que los ciudadanos piden a los políticos es mantener la misma voluntad de unión y de consenso, que inspiró la redacción de la principal norma de la Comunidad y sus posteriores reformas.
Así, el presidente ha realizado un llamamiento al consenso a las fuerzas parlamentarias de las Cortes de Castilla y León, en torno a dos grandes cuestiones de Comunidad, como son la fijación de una postura común en el debate nacional sobre la financiación autonómica, y el mantenimiento de la unidad y del trabajo, más allá de las coyunturas electorales, en torno al proyecto de vertebración y cohesión de la Comunidad, que supone la ordenación del territorio. Según ha afirmado, este proceso pretende garantizar la prestación de servicios en términos de equidad e igualdad, en todo el territorio de la Comunidad.
Asimismo, el presidente de la Junta ha afirmado que ese mismo consenso debería trasladarse al ámbito nacional, con objeto de cerrar filas en torno a cuestiones de Estado, como son el reto demográfico y la necesidad de dar una "respuesta valiente y coherente", a quienes actualmente "están poniendo en riesgo nuestro modelo territorial".
Por otro lado, Herrera ha recordado que el Estatuto de Autonomía ha permitido a lo largo de estos 31 años consolidar "el proyecto de Castilla y León como comunidad autónoma". "Nos ha permitido, en el marco de nuestra Constitución, desarrollar un modelo propio adaptado a nuestras propias circunstancias", ha destacado el presidente. Un modelo basado en "el autonomismo útil", que ha permitido avanzar mucho durante estos 31 años pero que, también en momentos de grave dificultad, como es la actual crisis económica, "nos debe seguir permitiendo impulsar aquellas políticas que favorezcan la recuperación económica y el empleo", así como las políticas sociales "que den respuesta a quienes han quedado apartados".
El presidente ha reiterado que por encima de todo, el Estatuto de Castilla y León ha sido y debe seguir siendo un "Estatuto de todos", ya que nació con un gran consenso que incluso se amplió a lo largo de sus sucesivas reformas. En este sentido, ha destacado voluntad y vocación de permanencia de la norma básica de la Comunidad, así como su capacidad de adaptación a las circunstancias cambiantes.