UGT valora las informaciones surgidas sobre las intenciones de la empresa que cuenta con una planta en Almazán.
UGT ha mostrado su preocupación ante el comunicado que según han asegurado ha remitido Torraspapel así como en las informaciones reseñadas en la prensa nacional donde la empresa, que mantiene una factoría en Almazán, baraja la posibilidad de deslocalizar su producción. "Esperamos y confiamos que se trate de una estrategia de la compañía para conseguir sus objetivos y que no afecte ni a la estabilidad laboral, ni a los derechos de lostrabajadores de la planta productiva de Almazán y del resto de sus plantas españolas", han afirmado desde el sindicato. Según estas fuentes, en los últimos meses la plantilla ha sufrido una "merma importante" en sus derechos tanto sociales como laborales, lo que provocó una huelga de tres días en junio del año pasado.
Por otro lado, han explicado que la factoría adnamantina no tiene inversiones en sistemas de cogeneración, ante el aviso este martes que el grupo internacional Lecta -que engloba también Garda en Italia y Condat en Francia-, en el que la reforma eléctrica en España le va a "forzar a una potencial reorientación de sus inversiones y sistemas productivos en España".
Así, de forma "más o menos abierta" según UGT, la compañía papelera amenaza con "deslocalizar producción e inversiones". El grupo papelero tiene 6 plantas productivas en España, da empleo directo a 2.300 personas e indirecto a otras 12.000.
"No es la primera vez que los grupos industriales con gran componente de cogeneración (producción eléctrica propia dentro de su sistema productivo) airean el fantasma de la deslocalización", han señalado en el sindicato, donde también han significado que hasta ahora "lo han hecho a través de sus asociaciones patronales".
Sin embargo, también han apreciado que esta es la primera vez que un grupo concreto apunta esta posibilidad de manera abierta. "En un comunicado, Torraspapel dijo que el componente energético ha hecho perder competitividad al grupo en España frente a otros mercados externos", por lo que han manifestado su temor a que el grupo empresarial pudiera dar un giro a su actividad con la consiguiente pérdida de empleos en Almazán.