Esta práctica es uno de los ejemplos de sostenibilidad del medio ambiente más tradicional y efectivo.
El Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha colaborado con el Programa Dual de Formación y Empleo Duques de Soria X en la formación práctica, en el municipio de Rollamienta, de la esquilma o poda de robles centenarios.
El Programa Dual de Formación y Empleo Duques de Soria X, promovido por el Ayuntamiento de Soria, está aprobado y financiado por la Junta de Castilla y León con una subvención de 75.344 euros. Este plan formativo, especializado en jardinería y mantenimiento de jardines municipales, tiene una duración de 12 meses y ha ofertado seis plazas para desempleados menores de 25 años.
Las clases fueron impartidas por un agente medioambiental de la zona de Almarza, integrante del grupo de trabajos en altura de este cuerpo. La jornada consistió en la exposición de la información necesaria sobre fisiología vegetal para la poda de estos árboles, que permitió a los propios alumnos tomar decisiones correctas respecto a la poda de un árbol concreto y su posterior ejecución con diferentes herramientas, con la participaron los alumnos en las tareas más sencillas.
En la comarca forestal de Almarza, los vecinos en las localidades de Almarza, San Andrés, Rollamienta, Villar del Ala, Aldehuela del Rincón y Vilviestre de los Nabos siguen obteniendo la leña mediante la poda o esquilma de robles centenarios, en una labor encomiable dada la dificultad y complejidad de estos trabajos. De los robledales de esta comarca forestal destaca el de Vilviestre de los Nabos, perteneciente al Lugar de Interés Comunitario 'Robledales del Berrún'.
En poda forestal se entiende por esquilma una forma de aprovechamiento que configura un espacio de gran valor paisajístico, medioambiental y cultural. Estos usos se remontan a épocas muy antiguas, y representan uno de los ejemplos de sostenibilidad del medio ambiente más tradicionales y efectivos alcanzados por el hombre hasta nuestros días, pues mantienen un ecosistema que proporciona energía (leña), pasto y frutos de calidad en lo referente a los usos humanos; y al mismo tiempo se consigue un hábitat de altísimo valor para la vida silvestre, al proporcionar gran variedad de refugios y alimentos para la fauna, todo ello de forma sostenible en el tiempo, tan válida hoy en día como hace 500 años.
Estos árboles, podados durante siglos, mantienen ramas y recovecos viejos y ramas jóvenes, lo que posibilitan condiciones muy diversas para que vivan otros organismos, desde plantas, musgos, líquenes y hongos, hasta insectos, aves, reptiles y pequeños mamíferos, entre ellos los tan beneficiosos murciélagos. Convive por lo tanto un pequeño mundo de seres que le dan tanto valor ecológico a estos bosques trasmochados.
Los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León son los encargados de supervisar la correcta ejecución de estas podas realizadas por los vecinos, que suponen anualmente la esquilma o poda media de unos 700 árboles.
Uno de los problemas planteados recientemente era la bajada en la demanda de leña vecinal, lo que redundaba en el retraso de la ejecución de las podas. Sin embargo, en estos momentos, ya hay tres empresas locales con licencia para la ejecución de estos trabajos, aprovechando el aumento de demanda de biomasa como combustible, lo que influye de manera positiva en la conservación de estos bosques tan singulares como bellos.
Esta forma de aprovechamiento sostenible consigue hacer rejuvenecer al árbol, potenciando su capacidad de rebrote, lo que incide en su vitalidad. Cuando se dejan de realizar estas prácticas el árbol se empobrece, pierde vigor, empieza a crear huecos o zonas muertas y acaba muriendo mucho antes que cuando se le efectúan las podas correctamente.