El presidente de la Diputación provincial de Soria, Antonio Pardo, presentó el miércoles 19 de marzo el proyecto de la Vía Verde Soria-San Leonardo de Yagüe, aprovechando el trazado de la extinta y levantada línea férrea del Santander-Mediterráneo. La institución pedirá al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente 2,4 millones de euros para poder financiar la adecuación de la vía. Pardo anunció la reunión con los representantes de Ayuntamientos con términos por los que cruza la vía verde, programada para el viernes 28 de marzo.
"Con el proyecto, ya podemos tramitar las autorizaciones administrativas y medioambientales", manifestó Antonio Pardo para quien se trasladará al Ministerio la necesidad de la financiación "en fases y tramos".
Desde el proyecto se han establecido tres fases, una primera del límite provincial, entre San Leonardo y Hontoria del Pinar, con Pinar Grande. Una segunda hasta Herreros, y una tercera en conexión con el término de la ciudad de Soria.
La distancia son 62 kilómetros, ocupados por la vía férrea hasta el levantamiento de raíles y traviesas el pasado año. "Cada ayuntamiento tendrá que tratar con el Adif las condiciones de cara a la adecuación de la línea férrea", comentó Pardo, quien añadió que serán los Consistorios los que se encarguen de las labores de mantenimiento.
A la reunión del 28 de marzo se ha citado a los representantes de los ayuntamientos de Soria, Cidones, Abejar, Cabrejas del Pinar, Navaleno, Casarejos y San Leonardo de Yagüe.
El Santander-Mediterráneo fue un proyecto de ferrocarril que se puso en marcha a principios del siglo XX con el propósito de unir los puertos marítimos de Santander y Valencia por tren, y para dar una rápida salida marítima a las mercancías procedentes de las provincias interiores por las que se pretendió que circulase. Además, la nueva línea férrea daba una salida marítima rápida a las mercancías que procedían de la Meseta.
En 1989, y con el gobierno socialista de Felipe González, basándose en el déficit económico, el Ministerio representado por Enrique Barón decidió cerrar aquellas líneas que no cubrieran el 23% de los gastos de explotación que generaban. Se clausuraron gran parte de los tramos del Santander-Mediterráneo que se encontraban en uso.