No faltarán novedades y sorpresas para todos los que se acerquen por Abejar, entre ellas la presencia de varios míticos de este deporte como Héctor Rondán, Enrique Aja, Julián Barcina, Alberto Benito o Andreï Zintchenko. El burgense Julio Espeso, campeón de España, también podría repetir por tercer año.
La Histórica de Abejar ultima detalles antes de arrancar su tercera edición el próximo domingo 1 de junio. Un marcha cicloturista al más puro estilo retro que nació hace tres años como un paseo en bicicleta entre un grupo de amigos que querían rendir homenaje al ciclismo de antaño. Tan solo cuenta con tres años de vida pero ese grupo de amigos ha logrado superar todas las expectativas y el domingo será más numeroso que nunca con cerca de 220 participantes. Una idea que llevaba tiempo "rondando" en la cabeza de su creador, Alberto Faricle, presidente del Club Ciclista Los Muros de Abejar, asociación encargada de organizar la marcha.
Y es que no se trata de una marcha competitiva, no habrá cronómetros ni ganadores. La esencia es la misma que en las pasadas ediciones: Desempolvar las bicicletas 'míticas' con más de 30 años, maillots y todo tipo de complementos de la época y embarcarse a lo largo de 60 kilómetros de lugares recónditos y entrañables para recrear las grandes gestas del ciclismo. Para los más nostálgicos y amantes de lo añejo, varios coches antiguos acompañará a los participantes durante la jornada.
No faltarán novedades y sorpresas para todos los que se acerquen por Abejar, entre ellas la presencia de varios míticos de este deporte como Héctor Rondán, Enrique Aja, Julián Barcina, Alberto Benito o Andreï Zintchenko. El burgense Julio Espeso, campeón de España, también podría repetir por tercer año.
Las pistas y caminos poco transitados, lugares recónditos y calmados que contrastan con sus variados paisajes es otra de las esencias de esta marcha. Comenzando por la puerta de Pinares, Abejar, la ruta recorre localidades como Cabrejas del Pinar donde el manto de pinos da paso al bosque de álamos de Muriel Viejo, dirección Muriel de la Fuente, con su entrañable Fuentona. En el ecuador de la marcha, Abioncillo, rincón recóndito y solitario queda atrás dirección a un pueblo con encanto singular como la villa medieval de Calatañazor, donde el paisaje vuelve a cambiar para albergar su extenso Sabinar. Es en la plaza de Almanzor de esta localidad empedrada donde los asistentes podrán tomarse un respiro para almorzar y recuperar y fuerzas antes de afrontar el último y duro tramo final de vuelta al lugar donde nace toda esta marcha. Allí una comida, sorteos y demás sorpresas entre participantes y acompañantes redondearán la jornada.
Y es que La Histórica, lejos de ser una prueba competitiva, pretende promocionar el entorno natural de la provincia, así como los productos sorianos. De ahí el lema 'más torrezno y porrón de vino y menos bebidas isotónicas'.