La estrategia 'Código infarto' establece un procedimiento de actuación e intervención coordinado y pretende reducir el tiempo desde la solicitud de asistencia hasta que se establece el diagnóstico.
La Consejería de Sanidad ha presentado hoy en una jornada dirigida a los profesionales la estrategia 'Código infarto de Castilla y León', con el objetivo de reducir la mortalidad por infarto de miocardio en un 30 % y los reingresos en un 50 %. La puesta en marcha de este protocolo conllevará la coordinación de los servicios de urgencias del sistema sanitario, extra e intrahospitalarios, con las unidades coronarias y de hemodinámica.
Actualmente, el infarto agudo de miocardio constituye uno de los principales problemas de salud pública. En 2012, de las 28.259 muertes que se produjeron en Castilla y León, 1.287 fueron causadas directamente por infarto, es decir, un 4,5 % del total. Además, según datos de la Sociedad Española de Cardiología, un 7,5 % de los pacientes que son ingresados con un infarto de miocardio fallece en el hospital, y otro 7 % reingresa antes del primer mes. En los últimos años se ha reducido sensiblemente la mortalidad en el hospital, pero no la que se produce antes de llegar a los centros hospitalarios. De ahí la importancia de la iniciativa 'Código infarto'.
Por ello, es fundamental la calidad asistencial recibida por el paciente, tanto la reducción al máximo de los tiempos de asistencia extrahospitalaria como los tiempos de traslado necesarios para recibir el tratamiento más adecuado.
La estrategia 'Código infarto' pretende establecer un procedimiento de actuación e intervención coordinado como herramienta de gestión asistencial del infarto agudo de miocardio, así como reducir el tiempo desde la solicitud de asistencia, por parte del paciente, hasta que se establece el diagnóstico correcto y la intervención más adecuada. Asimismo, otro de los objetivos es incrementar el porcentaje de pacientes que reciben un tratamiento de reperfusión ?que sirve para eliminar la obstrucción de las arterias, ya sea de forma mecánica (angioplastia percutánea) o farmacológica (administración de un fármaco conocido como fibrinolítico)-.
Para ello, el 'Código Infarto' establece una guía de actuación que incluye los criterios diagnósticos y medidas generales de asistencia a los pacientes con infarto así como las indicaciones de reperfusión. Además, se establecen diversos circuitos de atención desde la aparición de los primeros síntomas, el primer contacto médico, la actuación de los servicios de emergencia extrahospitalarios, la de los hospitales de referencia y la de aquellos que disponen de unidades de hemodinámica. También se incorporan diversos circuitos de retorno del paciente estable y las funciones de cada uno de los dispositivos y niveles asistenciales.
En este código se establecen los tiempos máximos recomendados en cada una de las actuaciones: 10 minutos desde el primer contacto con un médico hasta la realización del electrocardiograma, máximo de 30 minutos has la administración de la fibrinólisis, menos de 120 minutos para la realización de la angioplastia primaria cuando esté indicada y otros tiempos recomendados en relación con el traslado entre centros y unidades de emergencias.
Por último, con la puesta en marcha de esta estrategia se crea un registro que recogerá los datos esenciales del diagnóstico y los tiempos de asistencia, tratamiento, complicaciones y mortalidad de los pacientes tratados en la Comunidad. Se define una serie de indicadores de calidad básicos que permitirán evaluar los resultados de la atención y mejorar el funcionamiento de esta estrategia.
Para desarrollar este plan, Castilla y León cuenta con numerosos recursos que ahora se organizan en red para mejorar la atención. En Atención primaria están disponibles 246 centros de salud, todos ellos con dispositivos para la realización de electrocardiogramas así como desfibriladores externos semiautomáticos.
El segundo recurso es el Centro Coordinador de Urgencias integrado en el 112, desde donde se realizará la coordinación global del código y los recursos de transporte sanitario asistido. El transporte de emergencias cuenta con 23 Unidades Medicalizadas de Emergencias (UMES) -cuatro en Burgos y Valladolid, tres en León, Salamanca y Zamora, dos en Ávila y Palencia y una en Segovia y Soria-. Estas UMES están dotadas de equipamiento avanzado, como monitor-desfibrilador, respirador volumétrico mecánico, bombas de perfusión, equipos de intubación y material para proporcionar reanimación cardiopulmonar (RPC) avanzada para adultos y pediatría. Cada uno de estos vehículos cuenta con un médico, un enfermero y dos técnicos de transporte sanitario. También hay tres helicópteros con base en León, Burgos, y Salamanca, con profesionales y equipamiento similares a las UMES
Además, hay 117 unidades de Soporte Vital Básico (SVB): 12 en Ávila, 17 en Burgos, 22 en León, ocho en Palencia, 15 en Salamanca, nueve en Segovia, ocho en Soria, 11 en Zamora y 14 en Valladolid. Las SVB están dotadas con desfibrilador semiautomático, tensiómetro y material para RPC instrumentalizada, y cuentan con dos técnicos de transporte sanitario.
En los hospitales de Sacyl trabajan un total de 130 especialistas en cardiología, están disponibles siete salas de hemodinámica (hospitales universitarios de Burgos, León, Salamanca y Clínico de Valladolid) y tres servicios de cirugía cardíaca (León, Salamanca y Valladolid).