Los novillos de La Cruz y San Pedro, Santa Catalina, La Mayor, El Rosel y San Blas, Santiago y San Miguel, fueron los que se lidiaron en una mañana, donde nuevamente, la fiesta, fue protagonista, tanto en el tendido como en el albero.
El día comenzó con el tradicional desfile de las cuadrillas desde la Plaza Mayor hasta el Coso de San Benito. La Plaza de Toros, nuevamente abarrotada para ver que los sorianos pudieran ver la lidia del novillo correspondiente a su barrio.
Los novilleros fueron, el soriano Sergio Fraile 'el Chapitas', Pablo Aguado y Álvaro García, quienes torearon a los seis novillos correspondientes a La Cruz y San Pedro, Santa Catalina, La Mayor, El Rosel y San Blas, Santiago y San Miguel, respectivamente.
'El Chapitas' no tuvo suerte en su primero, difícil eral que se colaba a la hora de dar los pases, hasta en cuatro ocasiones desarmó al novillero.
Pablo Aguado, demostró porque el año pasado se llevó el premio de las peñas taurinas como uno de los mejores novilleros, buenos quites y pases, si bien mal con la espada.
Álvaro García, comenzó nervioso pero poco a poco se fue haciendo con el animal. Oreja.
A medida que pasaba la mañana la fiesta cada vez se alargaba más en el coso. Los disfraces y el cachondeo invadían una y otra vez la plaza, ante la paciencia de los policías locales por desalojar el ruedo. A destacar los jóvenes sanjuaneros que, con la plaza límpia de juerguistas y antes de salir el novillo, voluntariamente quitaron las latas de cerveza desperdigadas por el suelo.
Mañana como siempre, de fiesta, tanto dentro como fuera del coso, puesto que en la Plaza de las Balsas, como siempre, miles de jóvenes disfrutaron del Viernes de Toros a su manera. Cachondeo y algarabía en el día donde el rito totémico del toro, es más que importante.