Los pluviómetros se han visto rebasados con creces en Almazán, en una tempestad que ha afectado sobre todo a la zona urbana.
Ochenta litros por metro cuadrado de agua y granizo son la estimación que ha barajado el alcalde de Almazán en las precipitaciones producidas por la devastadora tormenta en esta tarde de miércoles.
Con las reservas con las que trata este tipo de cálculos, De Miguel ha señalado que pese a no disponer "de ningún dato fidedigno", los pluviómetros particulares de los vecinos "se han rebosado", y hay que tener en cuenta que estos recipientes "tienen una capacidad de medición 60 litros por metro cuadrado". También ha observado que las propias precipitaciones, sobre todo las de granizo, "sacan agua del propio pluviómetro".
De igual modo, el edil ha significado que la borrasca se ha cebado en el área urbana con mayor intensidad que en los campos, en vísperas de la cosecha. "Hemos tenido la suerte que la tormenta se ha concentrado prácticamente en todo el casco urbano, no creo que haya afectado a mucha zona de cereal que estaba a punto de recolectarse", ha descrito De Miguel.