La Villa Romana está situada en un territorio donde hay tradición en el oficio de manipular el barro, a medio camino entre lo útil y lo artístico, como se puede apreciar concertando visita en el Museo de la Cerámica de Quintana Redonda.
El territorio soriano acoge las huellas de los pueblos que lo han habitado en el pasado: arévacos, celtiberos, etc., pero hay un gran mundo romano a contemplar en las "urbes" de Tiermes, Uxama, Medinaceli, Numancia? y en una villa romana de más de 4.000 metros cuadrados y con más de 7 millones de teselas en una treintena de mosaicos, donde moró un clan familiar de raíz celtíbera pero totalmente romanizada: Los Irricos.
Efectivamente, en la Villa Romana La Dehesa se puede visitar el mejor conjunto de mosaicos romanos de la provincia de Soria y uno de los mejores ejemplos de mosaicos de estilo geométrico a nivel nacional, y además, este verano se convierte en un espacio donde se desarrollan diversas actividades artísticas y de ocio.
La Villa Romana está situada en un territorio donde hay tradición en el oficio de manipular el barro, a medio camino entre lo útil y lo artístico, como se puede apreciar concertando visita en el Museo de la Cerámica de Quintana Redonda y recordando uno de los dichos más conocidos:
"De Quintana Redonda
los alfareros, los cantareros
de tierra colorada,
hacen cántaros negros"
La arcilla es la protagonista de la colección de objetos que alfareros y ceramistas exponen en el Museo Magna Mater.
Ø Cerámica de Evelio Arnanz, alfarero que ha continuado la tradición de Quintana Redonda elaborando piezas negras metalizadas a partir de arcilla roja seleccionada en la zona. Tornea formas tradicionales y modela nuevas ideas, las decora y después las cuece; es en esta última fase de cocción cuando las piezas toman su color característico y se refuerzan las propiedades de salubridad y resistencia.
Ø Miguel Ángel Rodríguez, ceramista que pone en cada una de sus piezas conocimiento, buen hacer y un cariño tan especial que hace que cada una de sus vasijas y cuencos tenga su sello personal.
Ø La tradición alfarera de Tajueco sigue viva por la familia de Alfonso Almazán que con tierra colorada elabora piezas eminentemente funcionales.
Oficio noble y bizarro,
es de todos el primero,
pues en el arte del barro,
fue Dios el primer alfarero
y el hombre el primer cacharro"
En el Museo asimismo se ha reservado un espacio al hierro, cuyo trabajo es una tradición convertida hoy en arte en las manos del escultor Justo Herrero que logra domar un metal tan duro y rígido para hacernos soñar con "El pensador", "Adán y Eva" o un "Trashumante" que se acerca hasta nosotros.
El espacio expositivo es compartido además con el artista soriano Eduardo Mazariegos que ha creado 12 obras de policromía sobre estucoen donde sugerentes mujeres y cántaros de diferentes formas nos aportan un punto de color y alegría en el Museo.
También está presente la joyería artesanal de Manuel Meijide que ha elaborado en su taller los colgantes, alfileres, pulseras, anillos? con los motivos geométricos de los mosaicos y con el anagrama del clan familiar propietario de esta Villa.
Este verano tendremos también ocasión de ver a la Villa transformarse en escenario nocturno durante las "Veladas de los Viernes": velada literaria, científica, de cine y musical, durante cuatro viernes consecutivos a partir del 18 de julio. Todo un lujo poder contemplar y escuchar desde autores clásicos (Apuleyo, Robert Graves, Bécquer) hasta prestigiosos científicos, en este espacio tan excepcional.
Como es verano, el ocio infantil y familiar igualmente se tiene muy en cuenta en el Museo Magna Mater, con la realización de talleres ?sin límite de edad- para aprender a hacer tu propio mosaico (reserva previa, mínimo de 10 personas).
SoriamuséuM, la empresa que gestiona este Espacio Cultural propiedad de la Diputación de Soria, pretende con estas exposiciones y eventos profundizar de forma participativa en el legado de la civilización romana, cuya influencia sigue muy presente en nuestros días.