Los corredores completan un recorrido de casi 120 kilómetros con duros tramos como el puerto de la Galiana. Los participantes guardan un minuto de silencio por el ciclista fallecido en Izana el pasado lunes.
En torno a un centenar de corredores han dado por cumplida una edición más de la Marcha Cicloturista del Burgo de Osma en una jornada calurosa y sin mayores incidentes.
La salida se ha dado a las nueve de la mañana en un itinerario de 118 kilómetros que se ha dirigido en primer término hacia Ucero, para después ascender el puerto de la Galiana y girar ya en Casarejos en dirección a Talveila. Después se ha completado el trazado hacia Cubilla y Valdeavellano de Ucero, para a continuación, tras el descenso, volver a subir La Galiana.
Una vez allí, la carrera se ha detenido para el avituallamiento a la espera de los más rezagados, y también para recuperar fuerzas durante media hora. Reiniciada la marcha de nuevo, la serpiente multicolor se ha dirigido a Santa María de las Hoyas y antes de entrar en meta en El Burgo, han atravesado localidades como Fuencaliente y Fuentearmegil.
La prueba se ha dado por finalizada a las 13.45, en la plaza Mayor de la Villa Episcopal, donde todos los asistentes y el público reunido allí han guardado un minuto de silencio en recuerdo del ciclista que fue fatalmente atropellado en Izana el pasado lunes día 21. Un acto en el que también se ha incluido en la memoria a otro ciclista que ha perdido la vida este mismo domingo en Cuenca.
Los trofeos han sido para el corredor más joven, el más veterano, el club más numeroso y al más lejano.
Diversos clubes como el Uxama, que ha sido anfitrión de la cita o el Calaverón, de la capital, han tomado parte, una vez más, en esta cita de referencia ciclista en el calendario estival de la provincia.