Salduero vive estos días con intensidad el homenaje y reconocimiento a Maximino Peña, natural de la localidad y uno de los pintores más afamados de finales del XIX y principios del siglo XX, y del que se han cumplido los 150 años de su nacimiento.
Un concurso de pintura rápida para el 10 de agosto que llevó el nombre del pintor, y una exposición durante el puente festivo de la Asunción, entre el 15 y 17 de agosto, en el salón municipal con algunas de sus creaciones son dos de los ejes fundamentales de la entrañable celebración, según explica el alcalde Guillermo Abad.
El primer edil destaca que gracias al apoyo del Departamento de Cultura de Diputación Provincial se ha podido programar la actividad cultural centrada en el verano, y con aportación de fondos municipales para sacar adelante el programa.
Maximino se trasladó muy joven, en 1876, con su familia a Argentina donde trabajó con su el pintor Blanco Aguirre. Han sido muchas las gentes de la población y pueblos de la comarca que emigraron, y cruzaron el charco en distintas décadas de estos dos siglos de atrás.De vuelta a España, ingresó en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado, y en 1885 se instaló en Roma, entrando en el círculo de pintores españoles: Moreno Carbonero, Muñoz Degraín, José Benlliure y Joaquín Sorolla. De nuevo en Madrid, participó en la decoración de la basílica de San Francisco el Grande, abrió un estudio para la enseñanza del dibujo que sus descendientes ampliaron como Academia Peña, y llegó a formar parte de la Junta Directiva del Círculo de Bellas Artes. En los fondos del Museo del Prado se catalogan dos de sus principales obras: Carta del hijo ausente, depositado en el Museo de Zaragoza, y El bebedor en el Museo de Navarra. El pintor de Salduero murió en 1940.