La aplicación de la nueva PAC, el plan de Desarrollo Rural, las quemas de rastrojos y reservorios, la nueva normativa sobre fitosanitarios, o los daños de caza, han sido algunos de los temas tratados. ASAJA pide que toda la provincia sea región productiva de categoría 5, como mínimo.
ASAJA ha transmitido al delegado territorial de la Junta, Manuel López, su deseo de que todas las comarcas agrarias de la provincia se encuadrasen, al menos, dentro de la futura Región 5, con un nivel de pago básico superior al que, según el proyecto de Real Decreto correspondería a las comarcas agrarias de Soria, El Burgo de Osma y Pinares, situadas en la Región 4. A este respecto, el delegado manifestó que transmitirá esta inquietud a los representantes de la Administración del Estado, responsables de la redacción definitiva de esta regulación.
El sindicato agrario ha mostrado su inquietud por la pérdida de fondos dentro del nuevo Programa de Desarrollo Regional, dado que las nuevas medidas van ligadas a actuaciones en regadío. Con el fin de minimizar esta incidencia expresaron el interés que podría tener la implantación de una ayuda suplementaria a los cultivadores de remolacha situados a más de 150 kilómetros de una azucarera, caso de los cultivadores de esta provincia.
En otro orden de cosas, ASAJA ha puesto de manifiesto diferentes cuestiones relativas a la normativa sobre sanidad vegetal, carnés de aplicadores de productos fitosanitarios y su incidencia en las ayudas europeas. Manuel López ha expuesto la importancia que los aspectos medioambientales tienen en la nueva Política Agraria Común, que se traducen en una mayor exigencia en las condiciones de uso de los productos fitosanitarios, en todos los elementos de la cadena de distribución y en la cualificación profesional de los aplicadores de los mismos. Todo ello redundaría en una mayor calidad de los alimentos producidos por nuestros agricultores y en unas mejores condiciones de trabajo de los mismos.
La organización agrario expresó su interés en que se permitieran quemas de rastrojos y de ribazos y desagües como elemento de lucha contra plagas y enfermedades de los cultivos. Sobre este particular, el delegado territorial recordó la posibilidad, ya existente, de solicitar autorizaciones de quemas de rastrojos cuando existan razones fitosanitarias que así lo aconsejen, y que la quema de ribazos, linderos y desagües podrá ser objeto de autorización, previa solicitud individual, fuera de la época de peligro alto de incendios. En cualquiera de los dos casos deberá existir una resolución expresa de autorización para cada uno de los solicitantes, no previéndose autorizaciones colectivas en ningún caso.
Del mismo modo, recordó que en aquellas zonas con mayores poblaciones de topillo se habilitó la primavera pasada un mecanismo de autorizaciones de quemas que, en caso de ser necesario, podría volver a ponerse en marcha.
La Junta de Castilla y León mantiene el dispositivo de control y detección de estos roedores para dar aviso, en caso necesario, a los agricultores. Según se desprende del último informe emitido recientemente por el Observatorio Regional de Vigilancia y Control de Plagas Agrícolas, los niveles de población del topillo han descendido respecto a los existentes en primavera.
Junto al delegado y al presidente de Asaja han asistido a la reunión los jefes de los servicios territoriales de Agricultura y Ganadería y Medio Ambiente, José Manuel Ruiz y José Antonio Lucas, respectivamente, así como el secretario y el responsable técnico de la organización, Jesús Hernández y Juan Francisco Barcones.