El yacimiento arqueológico del Alto de Los Casares es un interesante poblado que capitalizó, de forma continuada y sin aparentes rupturas, todas las tierras del alto Linares, desde su origen, en la plenitud de la etapa celtibérica, hasta su abandono, en la Alta Edad Media, pasando por los tiempos dominados por el Imperio de Roma
El delegado territorial, Manuel López, ha visitado este jueves, en San Pedro Manrique, los trabajos arqueológicos que, autorizados por la Junta de Castilla y León, se están llevando a cabo en el yacimiento de Los Casares, bajo la dirección científica del arqueólogo Eduardo Alfaro. También han asistido a la visita el alcalde de la localidad, Jesús María Celorrio, y el presidente de la Fundación Raimundo del Rincón-Nicolasa Subirán, Carlos Martínez, institución que avala el proyecto.
Estos estudios arqueológicos forman parte de un proyecto etnoarqueológico más amplio, denominado 'Idoubeda Oros', del que Eduardo Alfaro también es director, que tiene como objetivo la investigación y divulgación de la cultura serrana centrada en el Sistema Ibérico, y más concretamente en la zona de Tierras Altas.
Los trabajos arqueológicos actuales se iniciaron en Los Casares en el año 2009. Hasta el pasado año se excavó en el sector norte, donde se han localizado tres niveles de ocupación: el altomedieval, el romano y, en la base, la muralla de cronología celtibérica.
En esta campaña, iniciada a mediados de agosto y cuyos trabajos concluyen esta semana, el equipo técnico ha iniciado un nuevo ciclo de excavaciones sistemáticas, planificado a cuatro años, en el que se pretende profundizar, especialmente, en el oscuro mundo de transición entre la Antigüedad Tardía (Bajo Imperio Romano y tiempos visigodos) y la Alta Edad Media, es decir, en ese desconocido periodo que está en la raíz de las Comunidades de Villa y Tierra, los orígenes directos de la actual sociedad local.
El yacimiento arqueológico del Alto de Los Casares es un interesante poblado que capitalizó, de forma continuada y sin aparentes rupturas, todas las tierras del alto Linares, desde su origen, en la plenitud de la etapa celtibérica, hasta su abandono, en la Alta Edad Media, pasando por los tiempos dominados por el Imperio de Roma. Con este abandono y la fundación de la villa (San Pedro Manrique) comienza en la comarca una nueva época de la que sus actuales habitantes son herederos.
El planteamiento del equipo de investigación ha sido intervenir en una de las salidas o puertas del poblado. La fotografía aérea apuntaba que en este punto, además de la calle que sale y comunica con el río Linares, existía, al este, una gran estructura dividida en estancias y, al oeste, un gran derrumbe escalonado.