Estas medidas, entre otras, avalan el buen hacer por parte de la Junta de Castilla y León que a pesar de las dificultades, ha mantenido todos y cada uno de los servicios esenciales para los ciudadanos.
La anunciada bajada de impuestos por parte del Gobierno del Partido Popular en Castilla y León, viene a materializar que la situación, permite ya, aliviar la carga impositiva a los castellanos y leoneses. Una muy buena noticia de la que miles de ciudadanos en nuestra región podrán beneficiarse y que nos acerca a una recuperación que aunque lenta, mantiene un rumbo firme. Me gustaría detenerme en dos de las medidas adoptadas que sin duda son las de mayor calado en nuestra comunidad.
Una de esas medidas es la relativa a la bajada del IRPF. Durante los años de la crisis, el Ejecutivo de Castilla y León renunció a subir la tarifa autonómica del IRPF, que se rebaja ahora con el fin de aliviar los bolsillos de los ciudadanos y de ese modo contribuir a reactivar el consumo y afianzar la recuperación.
Esta rebaja beneficiará a todos los contribuyentes de la Comunidad, pero especialmente a los que tienen menos recursos. El cambio supone pasar de los cuatro tramos actuales del IRPF a cinco. Para ello se introduce uno nuevo en la parte inferior de la tabla, que abarca hasta los 12.450 euros de base liquidable, segmento en el que se encuadra la mitad de los contribuyentes de Castilla y León: por lo tanto, 100.000 familias no pagarán IRPF en nuestra comunidad.
Junto a esta importante rebaja del IRPF, el Ejecutivo regional incluye otra medida fiscal de gran calado: la reducción en dos tercios de la tarifa autonómica del Impuesto sobre Hidrocarburos, el conocido céntimo sanitario, que será efectiva desde el próximo 1 de enero.
Esto supone que pasará de los 4,8 céntimos por litro de gasolina, gasóleo o queroseno a 1,6 céntimos, la cifra más reducida de las 12 autonomías que lo tienen implantado. Algo similar ocurrirá con el fuelóleo, que dejará de estar gravado con 0,2 céntimos por cada litro para situarse en 0,07. Al igual que ocurre ahora, el sector del transporte seguirá disfrutando de la devolución de la totalidad del tributo.
Estas medidas, entre otras, avalan como decía al principio el buen hacer por parte de la Junta de Castilla y León que a pesar de las dificultades, ha mantenido todos y cada uno de los servicios esenciales para los ciudadanos. Medidas adoptadas con esfuerzo, sí, pero sin olvidar, que es gracias a ese esfuerzo que hemos hecho entre todos, lo que permite ahora bajar los impuestos. De otra manera, créanme, nunca habría sido posible.