La Junta promueve con esta convocatoria el acercamiento de los empleados públicos a la cooperación internacional para el desarrollo.
El programa de voluntariado específico para empleados públicos se convocó por primera vez en el año 2013 con el objetivo de fomentar la sensibilización y la participación de este colectivo en acciones de Cooperación al Desarrollo, incrementar el valor de la solidaridad y ofrecer la posibilidad de conocer 'in situ' las acciones de cooperación llevadas a cabo por las ONGD en países empobrecidos.
El plazo de presentación de las solicitudes, que comenzó el pasado 24 de diciembre, seguirá abierto durante la próxima semana. El presupuesto asignado para esta iniciativa cuenta con una partida global de 30.000 euros, importe que será distribuido en cuantías máximas de 2.500 euros por beneficiario en función del proyecto, la duración de la estancia y la renta per cápita del país de destino. El periodo subvencionable tendrá una duración mínima de tres semanas -con cargo a los días de vacaciones, licencias y permisos a los que tenga derecho el solicitante- y deberá iniciarse antes del 1 de noviembre de 2015. La duración máxima de la estancia, superadas cuatro semanas, estará condicionada a la disponibilidad del proyecto.
El programa de voluntariado en Cooperación al Desarrollo de los empleados públicos se llevará a cabo con Manos Unidas, AMREF, Musol, Fundación Jóvenes y Desarrollo, Fundación Santos Toledano, Haren Alde, Hijos del Maíz, Tierra sin males, Amycos, Fundación Humanismo y Democracia, Arquitectos Sin Fronteras y Trabajo Solidario. Los países de destino donde dichas organizaciones están desarrollando actualmente su labor son Latinoamericanos -Perú, Bolivia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Colombia- y africanos -Kenia-.
Los sectores sobre los que intervienen los proyectos están basados en necesidades sociales primarias tales como el acceso sostenible al agua potable, la seguridad alimentaria, el desarrollo agrario y la construcción de infraestructuras, la educación -jóvenes y adultos- y la formación ocupacional, la habitabilidad básica y la comunicación social. Debido a ello, los perfiles más demandados están vinculados a formaciones técnicas y sociales como ingenieros agrícolas, agrónomos, de caminos o de obras; licenciados en Ciencias y Tecnología de los Alimentos y Ciencias de la Salud Ambiental, zootecnista o veterinario, técnico universitario en el área agrícola, pecuaria o zootecnia, profesionales del campo de la salud y la nutrición; licenciados en Empresariales o formación en administraciones públicas y gestión municipal; técnicos de participación y licenciados en comunicación, psicología, sociología, economía, medicina, enfermería, farmacia, arquitectura, ciencias políticas, magisterio y biología.
La puesta en marcha de este programa viene motivada por el convencimiento de que las experiencias que vivirán los voluntarios serán fundamentales para fomentar el conocimiento sobre las causas y consecuencias de la pobreza, alcanzando con ello un compromiso solidario para su erradicación. La Junta de Castilla y León considera que las administraciones públicas suponen un referente para el resto de los agentes sociales, asumiendo dicho compromiso mediante la incorporación de programas que fomenten el voluntariado corporativo entre sus empleados públicos.