Las mujeres preparan para el jueves 5 la fiesta de Santa Águeda con ceremonia eucarística y comida popular.
La jornada de San Blas es una de las festivas y especiales en Vinuesa a lo largo del año. La tradición marca también la alimentación en el 3 de febrero, y los populares roscos se hacen realidad en este día, con un sabor tradicional, aderezado por el dulce y con la masa particular para unas roscas de singular tamaño y grosor.
"Nosotros hacemos alrededor de 200 roscos, y alguno más si la fiesta coincide con el fin de semana", comenta Mario, de Panadería Carlos, quien añade que también trasladan los roscos a la ciudad de Soria para su reparto a través de establecimientos regentados por visontinos. "En Soria tienen gran aceptación y los residentes en Soria nos los demandaban así que llevamos varios años llevándolos a la ciudad".
La preparación de los roscos se sigue realizando en muchas casas de la población. La elaboración entronca con recetas heredadas en las familias para la preparación de este dulce típico. Posteriormente, se llevan a bendecir a la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Pino.
El día de San Blas es una jornada de encuentro y celebración para vecinos que integran la Cofradía del mismo número, una de las más numerosas, y que mantiene una mayor cohesión en la población. También coexisten San Antón y Santa Inés, con celebraciones durante el mes de enero.
Los cofrades se reúnen, tras la ceremonia eucarística en la iglesia, para degustar la limonada y los roscos en uno de los locales de la población. El encuentro sirve también para poner al día la Cofradía y participar de la fiesta entre gente de distintas familias y celebraciones. La jornada termina con la verbena musical en el salón municipal.
A la celebración de San Blas se une también en Vinuesa el día de Santa Águeda, con la concentración de mujeres, la participación en la ceremonia eucarística y la comida popular.