La Junta de Castilla y León ha admitido en estas semanas una "mayor presión" en las urgencias de la Comunidad debido a los picos epidemicos de gripe, pero rechaza que se haya producido un colapso.
La tasa de incidencia de la gripe en Castilla y León ha descendido de forma notable entre el 2 y el 8 de febrero, iniciando una nueva etapa, tras alcanzar los 434 casos por cada 100.000 habitantes la pasada semana.
La menor actividad de los virus ha permitido situar la tasa media en 297 casos, lo que supone una intensidad media, similar a la del resto de España y Europa, según los últimos datos recogidos por la Red Centinela Sanitaria.
Asimismo, la gripe se mantiene todavía muy por encima del umbral epidémico, fijado en los 50 casos por cada 100.000 habitantes, una barrera que rebasó a principios de año. La Consejería de Sanidad había anunciado este martes que alcanzaría esta semana su nivel máximo para iniciar posteriormente su descenso.
El virus mayoritario es el tipo A, subtipo H3, y el B. Por grupos de edad, la mayoría de los casos afectaron a niños y adolescentes hasta los 14 años. La semana pasada, 31 médicos de la Red Centinela Sanitaria comunicaron 102 casos de gripe, por lo que la población cubierta con esta estimación asciende a 25.051 personas. Además, se procesaron 138 frotis faríngeos (raspado en la garganta para extraer una muestra y analizarla), de los que se detectaron 70 casos.
Respecto a los 637 casos acumulados, 595 fueron de personas no vacunadas y los 42 restantes de vacunados, todos ellos ciudadanos de más de 25 años, salvo nueve niños menores de 15 años. Por tramos de edad, el grupo más afectado fue el de los niños de entre cero y 14 años, con 418 casos registrados. A continuación se situaron los adultos de entre 15 y 44 años, con 115. Por su parte, entre las personas de entre 45 y 64 años hubo 96 enfermos; entre 65 y 74 años, 27, y finalmente, entre los ciudadanos mayores de 75 años, ocho.
La Junta de Castilla y León ha admitido en estas semanas una "mayor presión" en las urgencias de la Comunidad debido a los picos epidemicos de gripe, pero ha rechazado que se haya producido un colapso, como se recogió en el informe conjunto de la Defensora Nacional del Pueblo y de sus homólogos en las comunidades autónomas. Para ello, se abrieron 400 camas y se ha ampliado la plantilla en más de 200 sanitarios.
La Consejería de Sanidad reforzó la campaña contra la gripe y el neumococo añadiendo 20.000 dosis a las 700.000 habituales e incorporando dos nuevos tipos. Adquirió 330.000 dosis de una vacuna de desarrollo celular, que no presenta trazas ni de huevo ni de antibióticos, lo que reduce significativamente la posibilidad de alergias y además presenta una mayor eficacia especialmente ante la gripe A/H3.
También, para la vacunación antineumocócica, compró 6.000 dosis de la vacuna conjugada 13-valente, especialmente destinada para pacientes que pertenecientes a determinados grupos de riesgo sanitario. En conjunto, la Junta invirtió en la compra de estas vacunas 3,17 millones de euros, de los que mayor cantidad, 2,72 millones, corresponden a las dosis antigripales y el resto, 447.324, a las antineumocócicas. El Ejecutivo logró un ahorro sustancial al adherirse a una compra agregada con otras comunidades. El precio medio de cada dosis se sitúa en 3,7 euros.
Las vacunas frente a la gripe con las que atender las demandas asistenciales se reparten inicialmente por provincias, aunque se mantiene un reservorio de 82.320 unidades. De esa forma, Ávila contó con 48.890; Burgos con 88.000; León con 123.797; Palencia con 44.708; Salamanca con 85.690; Segovia con 36.000; Soria con 26.470; Valladolid con 125.375; y Zamora con 58.750.