Carlos Aranda se despidió de la plantilla, cuerpo técnico, directiva y afición en una rueda de prensa donde explicó los motivos que le han llevado a decir adiós al Numancia tras tres meses en Soria.
Carlos Aranda se ha despedido esta mañana como jugador del Numancia. Tres meses después de su fichaje, el delantero, ha explicado en rueda de prensa los motivos que le han llevado a rescindir contrato con el club soriano y así, irse a Málaga, donde está su hijo, motivo principal por el cual y según ha explicado, no rendía al nivel que debiera.
Para Aranda estar lejos de la familia es algo que no ha llevado bien "es un problema familiar por la distancia con mi hijo, no rindo como debería, debo sinceridad a este club y no estoy a mi nivel" explicó emocionado. Aranda estuvo acompañado en su despedida por el vicepresidente Eduardo Rubio y el director deportivo César Palacios.
El delantero ha manifestado que el Numancia ha entendido su situación personal y le ha ayudado "no he estado a la altura, mi cabeza no estaba aquí, entrenaba sin ganas" dijo dejando ver que si situación le ha llevado a estar enfrentado con el vestuario "como en cualquier otro trabajo, los problemas los pagas con la familia, yo tengo un problema y lo he pagado con mi familia que es el Numancia, pero jamás he tenido un problema aquí" ha dicho.
La actual situación personal de Aranda se ha dado de unas semanas aquí, ya que en el partido ante el Lugo donde consiguió dos goles, si situación era distinta "ahí estaba bien porque tenía a mi familia cerca, el problema vino después de Navidad, perdí la ilusión por entrenar y el fútbol no es obligación sino ilusión".
Aranda ha concluido asegurando lo mismo que cuando se presentó "todos los niños tienen un equipo de fútbol, el mío era el Real Madrid hasta que llegué aquí, ahora soy del Numancia y del Madrid".