PCAS-TC tilda a estas formaciones de mata-pueblos y llama a efectuar un boicot activo a las propuestas de ambos partidos.
El Partido Castellano-Tierra Comunera (PCAS-TC) ha denunciado este jueves que las propuestas de los partidos políticos UPyD y Ciutadans (Ciudadanos C´s) de eliminación de Ayuntamientos y de fusión de municipios, provocará la desaparición en la provincia de Soria de más del 98%, "sólo quedarían Soria, Burgo de Osma y Almazán, de los actualmente existentes", han señalado en la formación regionalista.
Estas mismas fuentes han señalado que la pervivencia de los pequeños municipios y de las entidades locales menores, es "esencial" para combatir la despoblación y el envejecimiento rural, para acercar la administración al ciudadano, así como "para generar propuestas de desarrollo endógenas en el territorio". Así, en esta formación política han reclamado a la población rural que rechace participar en las candidaturas de partidos como los señalados, ya que "una de sus principales propuestas pasa por suprimir sus Ayuntamientos".
"Tanto los responsables de UPyD como los de Ciutadans han defendido desde hace años, e incluido en sus programas, la fusión de municipios como presunta medida de 'modernización de la administración', en la misma línea que subyacía en la Ley de Modernización y Sostenibilidad de la Administración Local del PP, aprobada en diciembre de 2013, y que finalmente excluyó, ante la presión de las instituciones locales, una de sus más contestadas propuestas: la fusión obligatoria de pequeños municipios", han explicado.
Refiri las declaraciones de los principales líderes de estas formaciones, Rosa Díez y Albert Rivera, insisten en la misma idea, "apostando en el caso de UPyD por suprimir todos los municipios de menos de 5.000 habitantes, dejando los 8.112 municipios españoles en aproximadamente 1.400, mientras que Albert Rivera va más lejos, reclamando dejar en 900 los municipios españoles". Un hecho que para los regionalistas supondría que los 183 municipios sorianos pasarían a tres "aproximadamente el 2% de los actuales", remarcan, mientras que los 2.248 municipios de la Comunidad de Castilla y León quedarían reducidos a 77 (el 3,4% del total) en una medida que "fundamentalmente agrede al territorio castellano y que demuestra el profundo desconocimiento de la realidad rural y local que caracteriza a estas formaciones políticas centralistas urbanitas".
También han significado que las consecuencias de la desaparición de la mayor parte de los Ayuntamientos existentes, "no supondría ningún ahorro", ya que la mayor parte de sus cargos públicos (alcaldes, alcaldes pedáneos, concejales y vocales en juntas vecinales) no perciben remuneración alguna. Una medida contrariamente, "impulsaría un notable encarecimiento en la prestación de los servicios básicos a la población rural, diseminada, aislada y envejecida, ya que habrían de ser prestados desde la lejanía y el desconocimiento, generaría un deterioro de la calidad de los servicios públicos, notables recortes en los mismos, fruto de su encarecimiento, y una privatización a medio plazo".
También han insistido en que el nuevo mapa administrativo llevaría consigo "un impulso a los procesos despobladores en el medio rural y de éxodo de sus gentes a las ciudades, con el consiguiente deterioro del patrimonio cultural, monumental, natural, ambiental y de las infraestructuras de los pueblos".
"Las razones que esgrimen Rosa Díez y Albert Rivera para justificar esta propuesta, como 'garantizar la viabilidad de los Ayuntamientos', 'mejorar la prestación de los servicios públicos', o 'ahorrar costes, son una mera patraña, porque el nivel de endeudamiento de los Consistorios en España no guarda relación con su tamaño". Aquí han detallado que hay pequeños ayuntamientos muy saneados y otros muy grandes que no pagan "ni a sus empleados públicos". A la vez han observado que el número de ayuntamientos no garantiza "ni racionalidad ni calidad de vida" y se han referido a Francia diciendo que el país galo, "con 36.000 ayuntamientos, España tiene 8.000, es el paradigma de la conservación del medio rural y de la calidad de vida en los pequeños pueblos".
Por último, para los regionalistas resulta "un sarcasmo" que partidos como UPyD o Ciutadans, propongan en sus programas electorales la desaparición de los pequeños municipios y presenten candidaturas en los mismos. Por ello, los castellanistas reclaman de todos aquellos defensores de un medio rural castellano vivo un boicot activo, el cual impida que "partidos anti-municipios y mata-pueblos engañen a los vecinos de municipios y pedanías, para conseguir votos que finalmente se utilizarán para suprimir sus ayuntamientos y su autonomía y democracia local".