Un sistema de última generación permitirá que todas las pruebas realizadas puedan ser consultadas por cualquier especialista, tanto hospitalario como de atención primaria.
La Junta de Castilla y León pondrá en marcha el anillo radiológico que aportará importantes ventajas al paciente porque no necesitará llevar consigo papeles o placas en las consultas, ya que el médico tendrá disponible toda la información de las pruebas de rayos que le hayan realizado.
Además ofrece la posibilidad de consultarlas en tiempo real y desde cualquier punto, lo que facilitará la asistencia y el diagnóstico, disminuyendo además el tiempo de respuesta y, por supuesto, evitando duplicidades, lo que permitirá reducir la exposición radiológica.
Las ventajas serán también para los profesionales, que podrán hacer un mejor seguimiento del proceso al tener la opción de contrastar la evolución de las imágenes con estudios previos de otros hospitales ?en estos momentos hay 15,6 millones de imágenes estudios archivados disponibles, que ocupan 216 TB-.
Este sistema puesto en marcha en los centros sanitarios de la Junta permite consultar datos desde distintos hospitales, lo que posibilita la realización de sesiones clínicas conjuntas en casos complejos.
También facilita la realización, de una forma más sencilla, de labores de investigación, ya que se crea un archivo de imágenes completo, sin olvidar el menor deterioro de la radiografía realizada. Es importante destacar que de los 2.416.829 estudios radiológicos realizados el año pasado en Castilla y León expuestos en la tabla, la mayoría de ellos dispone de varias imágenes, lo que supone una acumulación anual de decenas de millones de datos.
Por otro lado, el anillo radiológico simplifica la gestión de los sistemas a nivel de soporte, administración y evolución, y se ha llevado a cabo una mejora muy importante de las comunicaciones para la circulación de imágenes, con un aumento exponencial de la velocidad de transmisión -Sacyl cuenta con 273 equipos de radiodiagnóstico en sus hospitales-. Otra de sus virtudes es que mejora la eficiencia de los recursos, al evitar que las imágenes que se trasladaban de un centro a otro en CD se almacenen repetidamente, evitando duplicidades.
Para que este complejo sistema sea una realidad, la Consejería de Sanidad ha impulsado la creación de un sistema de identificación única de pacientes ('EMPI' en inglés), tanto en los centros de atención primaria como en los hospitales, pues hasta la fecha muchos de los archivos se almacenaban a través de los números de historia clínica e incluso por departamentos dentro de cada centro, lo que generaba pacientes con varias historias clínicas abiertas y mucha información dispersa. A partir de ahora será posible el intercambio de información entre los diferentes sistemas de forma eficaz y sin ambigüedades.
El funcionamiento del anillo radiológico es sencillo: se introduce el nombre y DNI del paciente, y el sistema busca y muestra el historial de imágenes existente en todos los hospitales, junto con los informes radiológicos correspondientes.
Se ha conseguido una mejora importante en la carga de imágenes, que es más ágil y rápida. En el caso de pruebas con multi-imagen, no es necesario esperar a la descarga de su totalidad, sino que permite la visualización conforme se está produciendo. Además, el informe se puede consultar de forma independiente al visionado de las placas digitalizadas.
El despliegue se realizará en tres fases, previstas de aquí al próximo verano. Inicialmente el acceso estará disponible para los radiólogos, los especialistas en medicina nuclear, los radioterapeutas y los radiofísicos. En una segunda fase entrarán el resto de especialistas de los hospitales, y en una tercera los médicos de familia.