La Dirección General de Industria e Innovación Tecnológica y el Ente Regional de la Energía de Castilla y León promueven la implantación de la huella de carbono entre empresas y organizaciones de la Comunidad.
La jornada ha sido inaugurada por el director general de Energía y Minas, Ricardo González, en el Centro de Soluciones Empresariales de la Junta en Arroyo de la Encomienda, en Valladolid. Con este encuentro se ha presentado en Castilla y León el proyecto 'Registra tu Huella de Carbono', Rhueca, que tiene como objetivo animar y apoyar a las empresas y organizaciones a registrar sus actividades bajas en carbono en el registro de huella de carbono y generar así el conocimiento adecuado sobre el mismo entre pymes y organizaciones.
El proyecto Rhueca está promovido por el Cluster de Sostenibilidad y Energías Renovables de Madrid y cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). Durante la jornada, empresas especializadas en la huella de carbono han aportado sus conocimientos y se ha debatido sobre los aspectos a tener en cuenta por una entidad para registrar su huella, abordando también casos prácticos. Entre estas empresas se ha contado con la participación de EDT Consulting, Inabensa Zero Emissions -de Abengoa-, y el centro de investigación referente de la Comunidad de Madrid, Imdea Energía.
El encuentro ha permitido conocer en profundidad todas las fases de un proyecto de huella de carbono: desde la definición de los límites, el análisis de procesos y recopilación de datos, el cálculo de las emisiones de GEI -gases de efecto invernadero-, hasta la verificación del cálculo, la comunicación de los resultados y la reducción y compensación.
Se ha ofrecido a las más de 50 empresas que han asistido a la jornada asesoramiento técnico para la inclusión de las acciones en el registro oficial. Entre los asistentes han estado presentes representantes de ingenierías, de consultorías, de empresas del sector energético, de universidades, de centros tecnológicos y de los diferentes clústeres de Castilla y León, primordiales en este sector y vitales en su papel para acercar el sector empresarial a la administración pública.
La huella de carbono, entendida como el cálculo de las emisiones de todos los gases de efecto invernadero (GEI) asociados a las actividades de una organización, un evento o ciclo de vida de un producto, permite emplear su resultado como indicador ambiental global de la actividad y ser punto de referencia básico para el inicio de actuaciones de reducción de consumo de energía.
El Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo, crea un registro nacional de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono destinado a entidades privadas y públicas. Uno de los aspectos más importantes es la obligación de los fabricantes de informar sobre la huella de carbono de los productos o servicios que ofrecen sus empresas. Beneficia así a las empresas que quieren reducir emisiones y facilita una metodología de cálculo de la huella de carbono además de aportar las herramientas necesarias para que la reducción de sus emisiones sea compensada mediante proyectos en España.
Para poder registrar la huella de carbono, una organización tiene que identificar sus GEI y contar con un plan de reducción de emisiones en el que las medidas tecnológicas y prácticas clave en materia energética tienen una importancia muy significativa en sectores como el suministro de energía, el transporte, la construcción, la industria, la agricultura, la silvicultura/bosques y los residuos.
La Junta apuesta por la extensión del registro de la huella de carbono en las organizaciones, por sus destacados beneficios medioambientales, competitivos y de responsabilidad social, lo que incide en el crecimiento de las organizaciones que lo aplican y, por tanto, en la Comunidad.
Entre los beneficios medioambientales se encuentra la reducción de las emisiones de CO2 y otros GEI -como metano, óxido nitroso e hidrofluorocarbonos, entre otros-, mitigando la incidencia sobre el cambio climático. Los beneficios competitivos son claros al identificar las oportunidades de ahorro energético y económico, contribuyendo a la creación de un nuevo mercado de productos y servicios de bajo carbono que da respuesta a la demanda social actual. En cuanto a los beneficios de marketing y de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) estos determinan el posicionamiento del producto en el mercado, como referente para clientes con conciencia ecológica, pues permite la diferenciación frente a los competidores.
La intención de la Junta es promover que tanto las empresas y organizaciones privadas como las propias administraciones públicas registren su huella de carbono y elaboren planes de reducción de emisiones en los que las actuaciones de eficiencia energética y renovables tengan un papel transcendental.
Como mejor manera de demostrar su eficacia el Ente Regional de la Energía de Castilla y León (EREN) está en la fase final de la tramitación para su inscripción en el registro nacional de huella de carbono del MAGRAMA. El EREN se ubica en un edificio bioclimático y de alta eficiencia energética que sólo emite 47,09 toneladas de CO2 /año, frente a las 150,71 toneladas de CO2 /año que se emitirían por un edificio de referencia convencional, lo cual le ha permitido obtener la calificación energética 'A'. Con las medidas que se continúan implantando, como el sistema de gestión energética ISO 50001, puede llegar a convertirse en un edificio de consumo casi nulo.