Hacemos un repaso a un mal que podemos padecer cuando jugamos al pádel. Aquí dejamos unos consejos para su prevención y tratamiento.
Una de las cosas más incómodas que te pueden pasar jugando al pádel es que te salga alguna ampolla, tanto en los pies como en las manos. Y no solo son molestas, también son bastante dolorosas y nos pueden fastidiar un partido. Por eso es importante saber por qué se producen las ampollas, cómo podemos evitarlas y cómo tratarlas en caso de que ya nos hayan salido.
Las ampollas en pádel es algo que se puede dar con relativa frecuencia pero si hacemos las cosas bien, nos equipamos correctamente y cuidamos una serie de aspectos podemos evitarlas.
¿Por qué se producen las ampollas
Normalmente las ampollas se suelen formarse en los talones o plantas de los pies debido a utilizar calzado en mal estado, zapatillas inadecuadas o muy gastadas o que no nos quedan bien y nos produzcan rozaduras que acaban produciéndolas.
También en pádel es habitual que nos salgan ampollas en las manos debido al sudor de las manos y el roce con el mango de la pala, sobre todo si tenemos el overgrip en mal estado.
¿Cómo evitar las ampollas en pádel
Para no tener ampollas tan solo hay que estar pendiente de una serie de cosas que se basan fundamentalmente en tener el equipamiento en buen estado:
- Utilizar unas buenas zapatillas. Ya hablamos de qué hay que tener en cuenta para elegir nuestras zapatillas de pádel. Lo principal es que nos resulten cómodas, que se adapten a nuestro pie y a la pisada, es recomendable estrenarlas y hacerse a ellas unos días antes de salir a jugar a la pista para que el pie se vaya adaptando y las vayamos moldeando.
- En ocasiones, aunque las zapatillas de pádel sean buenas y nos queden bien, puede que nos rocen porque son demasiado duras al principio. Para "domarlas" un poco se les puede aplicar un poco de crema hidratante que ayuda a que el cuero se haga más flexible y evitemos así que nos hagan daño.
- Los calcetines son otro de los elementos a cuidar para evitar las ampollas en el pádel. Tienen que ser de tejidos naturales y que permitan la transpiración, porque el calor y la sudoración propician la aparición de ampollas. Deben ajustarse bien a nuestro pie y hay que intentar que no queden arrugas que puedan causar puntos de fricción del pie.
- Hidratar los pies aplicando vaselina en las zonas más propensas a sufrir ampollas como talones, dedos y tobillos también es una buena opción. Y para evitar la excesiva sudoración (aunque las zapatillas y calcetines sean transpirables) no está de más aplicar un poco de polvos de talco.
- Para evitar las ampollas de las manos hay que estar pendientes de cambiar el overgrip de la pala con frecuencia y, de nuevo, echarnos un poco de polvos de talco en las manos siempre nos ayudará a que el agarre sea más firme y no se nos resbale, dificultando que se produzcan rozaduras en las palmas de la mano.
¿Cómo trata las ampollas?
Si te ha salido una ampolla jugando al pádel y no tienes previsión de volver a jugar hasta unos días después, lo mejor es no tocarla, no reventarla y dejar que se vaya curando de manera natural. Manteniendo una correcta higiene y utilizando la protección adecuada para que no nos duelan demasiado y no se exploten.
Si por el contrario estás inmerso en un torneo o cualquier tipo de competición y te sale una ampolla durante un partido, tendrás que parar y hacerte una primera cura. De este modo no se hará más grande y conseguiremos que no nos moleste para poder seguir jugando.
Tienes que pinchar la ampolla con una aguja desinfectada y drenarla bien hasta que se vacíe de líquido. Atravesar la piel por uno o dos puntos pero dejando la piel para proteger la zona lesionada, no hay que cortarla.
Una vez hecho esto, tendrás que colocar un pequeño apósito de gelatina encima de la zona para que no escueza y sirva de acolchamiento y te permita seguir jugando con menos molestias. También es bueno cubrirlo con una tirita.
Al terminar el partido hay que quitar la tirita y el apósito, lavar bien los pies y secarlos con cuidado. Si se ha vuelto a formar la ampolla y al día siguiente tienes partido de nuevo, haz una nueva cura como la anterior. Si no se ha formado, puedes descansar con la lesión "al aire" y al día siguiente antes de jugar ver la evolución por si fuera necesario hacer una nueva cura y si no de todas formas tendrás que tapar la zona y protegerla con otro apósito, gasa o tirita para que no te moleste jugando.
Como véis si surge un problemilla de este tipo en el que es necesario hacerse una pequeña cura, es interesante llevar siempre un pequeño botiquín en el paletero. Que unas ampollas no nos estropee un partido de pádel por no estar preparados.