Para el sindicato, esta medida evitaría no establecer ranking de centros.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) ha exigido este martes que las evaluaciones que se hagan en tercero de Primaria, "por imposición de la Lomce, tengan carácter reservado, y con el único fin de conocer el nivel del alumnado para proporcionarles apoyos si fuera necesario". El sindicato ya manifestó en la Mesa Sectorial, el pasado 9 de marzo, que es "absolutamente contrario" al establecimiento de un ranking de colegios, y a la publicación de resultados fuera del propio centro.
Así, han explicado que los colegios no son homogéneos y su alumnado tampoco, por lo que es "injusto comparar centros y alumnos diferentes". La normativa, ahora, "sí permite" que cada centro pueda publicar sus resultados, por lo que en la agrupación sindical creen que, al final, se conocerán los resultados de todos los centros, y algunos, con claros intereses mercantilistas, pueden propiciar una competencia público-privada que será muy negativa para la enseñanza pública.
Además, han reclamado que las pruebas de evaluación de tercero de Primaria reguladas en el BOCyL de este martes, que se harán los días 26 y 27 de mayo, sean controladas y evaluadas por funcionarios públicos, tanto en los centros públicos como en los concertados y privados, como se hace en la PAEU (Pruebas de Acceso a Estudios Universitarios), para evitar que otros aspectos contextuales de los centros influyan en las pruebas.
Así lo ha señalado la responsable de Enseñanza en Castilla y León de CSI-F, Isabel Madruga, quien ha recordado el rechazo del sindicato independiente a estas 'reválidas', "a las que se ha empeñado el Ministerio, pero que no garantizan una mejora de la calidad de la enseñanza, ni van a servir para aportar más recursos que se necesiten". Por el contrario, ha mostrado su temor a que estas pruebas sólo sirvan para crear "un ranking de centros, que va a distorsionar la realidad educativa, y generará una competitividad que va a hacer daño a la enseñanza pública".
En este sentido, en CSI-F han denunciado una "obsesión por la evaluatitis", que está acaparando una parte importante de la dedicación del profesor y del claustro, para unos fines que no están claros, ni nadie garantiza que servirá para mejorar la calidad de la enseñanza, ni la dotación de más recursos. También han incidido en que este año, junto a las nuevas evaluaciones de la LOMCE, también se están llevando a cabo pruebas de evaluación de diagnóstico para todos los alumnos de 2º de ESO, el diagnóstico PISA, para alumnos de 15 años, y las pruebas TIMMS, para 4º de Primaria, estas últimas dependientes la IEA (Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento en Educación). Todas estas pruebas tienen previsto realizarse en el mes de mayo.
Por último, han afirmado que la administración educativa sigue incrementando las tareas burocráticas del profesorado, de forma impositiva, sin reconocimiento alguno. "Seguimos esperando las evaluaciones de los diagnósticos, es decir, las medidas concretas que pone en marcha la administración educativa tras conocer los resultados de cada una de estas evaluaciones del sistema educativo, con el único fin deseable de mejorar el rendimiento académico del alumnado de nuestra Comunidad", ha insisido Madruga.