Apuestan por el mantenimiento de la evaluación continua y global del alumnado.
Los días 26 y 27 de mayo el alumnado de 3º de Primaria de Castilla y León (más de veinte mil) se verá obligado a pasar la Prueba de evaluación individualizada de 3º de Primaria introducida por la LOMCE. Por ello, en el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (STE) en Soria han reiterado su oposición a las evaluaciones individualizadas en Primaria y a las revalidas en la ESO y Bachillerato, así como a la difusión del resultado de estas evaluaciones externas.
Así, han señalado que frente al "recurrente" modelo de evaluación externa centrado únicamente en el rendimiento académico del alumnado, "abogamos por un sistema de evaluación integral de centros y evaluación del sistema educativo. Defendemos el modelo de evaluación continuada y global del alumnado y pedimos que las evaluaciones externas tengan un carácter exclusivamente diagnóstico". De este modo han mostrado su oposición a las medidas que la LOMCE ha introducido en este apartado y no comparten el modelo de evaluaciones individualizadas para Primaria. También rechazan abiertamente la utilidad de las reválidas en Secundaria.
Según han señalado en STE, este modelo refleja una concepción de la educación "resultadista y competitiva, en el que la calidad se lograría mediante la competitividad entre centros con la difusión pública de los resultados de las evaluaciones individualizadas y reválidas al alumnado y con la pretendida especialización de centros en Primaria y Secundaria".
De igual modo, han denunciado Soria denuncia que se pretende imponer el modelo "teach to the test" (enseñanza para superar pruebas de nivel) mediante las evaluaciones individualizadas y reválidas en 4º de la ESO y en 2º Bachillerato impuestas en la LOMCE y la elaboración de rankings con la publicación de resultados de estas pruebas.
Así mismo, en Primaria la novedad fundamental es la introducción de las evaluaciones individualizadas al finalizar tercero y al finalizar sexto. "Evaluaciones que si bien no son reválidas en sentido estricto, sí tienen efectos académicos" y cuyos resultados "podrán hacerse públicos por la consejería competente en materia de educación, sin identificación de datos de carácter personal y previa consideración de los factores socioeconómicos y socioculturales del contexto de los centros.". Aquí han añadido que igualmente esto sucederá con los resultados de las reválidas de la ESO y Bachillerato. "Tal es la impronta de estas evaluaciones, que este modelo de enseñanza para superar pruebas se convierte en el elemento que organiza ahora esta etapa, acabando con la organización en tres ciclos que venía existiendo en Primaria".
También las normas de implantación de la LOMCE en la Comunidad ponen fecha a las reválidas de cuarto de la ESO y la del Bachillerato. "El alumnado no obtendrá el título de la ESO si no supera una de las dos modalidades de Reválidas que se establecen al finalizar dicho curso, rompiéndose con el título común a efectos académicos. Tampoco titulará si no supera la Reválida en 2º de Bachillerato", han destacado.
"Defendemos el modelo de evaluación continua y global del alumnado. Pedimos que se evite la proliferación de evaluaciones externas. Entendemos que en todo caso la evaluación externa mediante pruebas individualizadas en Primaria o en la ESO habrían de tener un carácter exclusivamente diagnóstico. Seguiremos por ello planteando la inaplicación de estas pruebas e impedir la publicación de sus resultados, que sólo deberían ser puestos en conocimiento de la comunidad educativa del propio centro y de la propia administración educativa. Algo así han pedido recientemente todos los partidos, excepto el PP, al Gobierno y a su ministro Wert en el Congreso. Pero parecen sordos. Pedimos a la administración educativa regional que promueva en el seno de la Conferencia Sectorial de Educación la inaplicación de los aspectos referidos a la publicación de resultados educativos de los centros (Artículos 120.3 y 147.2)", han concluido.