La última de feria en Soria primó por los toros y no por los toreros, no supieron leer las condiciones de los astados. Pepe Moral en el primero y Borja Jiménez en el último fueron quienes tocaron pelo. Media entrada en la Plaza de Toros de Soria.
Los aficionados de Soria habían puesto sus esperanzas en la corrida de Adolfo Martín este Domingo de Calderas tras la frialdad que dejó en afición entendida la tarde del Sábado Agés.
Comenzó la tarde abriendo plaza Pepe Moral, voluntarioso con Sombrerillo de 477 kg. El sevillano dio buenos naturales, y algún derechazo digno. La estocada y el temple le permitieron obtener premio, oreja. En su segudo Madriño de 438 kg, un toro más flojo de fuerzas que sus hermanos, si bien ofreció una lucha agarrándose a la vida digna de los 'Adolfos', vuelta al ruedo para el diestro.
Juan del Álamo ha realizado una faena con notas buenas y malas, y es que, en cuanto el toro tocó mulata al cominezo de la faena, se ha acabado la lidia. El toro ha estado más pendiente de levantar la cabeza a medio pase que de meter bien la cara a la muleta. Silencio. En el quinto de la tarde, Malagueñó un veleto de 468 kg, pese al pundonor del torero y la firmeza en los pases no hubo faena meritoria, silencio.
El joven Borja Jiménez tuvo en el tercero, Aviador de 457 kg, el toro que mejor humillaba de la tarde, si bien el nerviosismo del torero al avisar el toro de una posible cogida, hicieron que optara por la vía rápida, silencios. En el último de la feria el sevillano ha salido a por premio, Castuchero de 439 kg, si bien se ha visto algo de faena cuando el torero se ha templado un poco, la buena estocada le ha servido para tener oreja.