355 hectáreas de pinar, 150 de sabina y 61 de pastizal y agrícola, fueron arrasadas por las llamas. La Junta no se plantea, de momento, la realización de un plan de forestación.
El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, Manuel López Represa, ha confirmado esta mañana que han sido 567 las hectáreas de terreno dañadas por el fuego, que se originó el 27 de julio y que costó tres días en poder sofocarlo.
Finalmente una dotación de tres agentes medioambientales, tres motobombas y tres cuadrillas de tierra 'remataron' el trabajo. A ello ayudaron también las precipitaciones caídas en la zona.
Por el momento, la Junta de Castilla y León mantiene que la causa probable del incendio pueda deberse a una chispa que saltó de una cosechadora causase por accidente el siniestro. El origen está cerca del cruce de Barcebal, si bien por el fuerte viento imparenta se fue extendiendo hacia el sureste.