La empresa concesionaria del servicio de limpieza, Valoriza, utilizará un nuevo sistema para retirar este residuo con un producto natural y calor. Además de este plan especial para eliminar chicles durante el verano se desarrolla otro por la tarde de refuerzo de limpieza en barrios.
El Ayuntamiento y la empresa concesionaria de la limpieza viaria de la capital, Valoriza Servicios Medioambientales, siguen trabajando en la mejora de este servicio esencial para la ciudad con planes especiales, como los puestos en marcha tras las fiestas y durante el verano en distintas zonas, y con programas específicos para atajar problemas como el de los chicles especialmente en zonas peatonales y céntricas. Al margen de los esfuerzos en educación ambiental, especialmente entre los más pequeños, y con evidentes buenos resultados, el Consistorio ha comenzado hoy una campaña para la retirada de chicles con la adquisición de una nueva máquina que consigue retirar los residuos pegados en el suelo utilizando un producto natural derivado de la remolacha y el calor generado por una pequeña botella de propano, logrando desincrustar las manchas de chicle del suelo.
El sistema, que se puede ver desde hoy en Mariano Granados y Espolón, consiste en el uso por parte de un operario de Valoriza de una mochila que lleva en el interior un aerosol de gas que genera presión, además del ingrediente principal: un producto natural a base de remolacha, que reacciona bien con las resinas de chicle, lo que hace que su utilización en la vía pública sea idónea al carecer de cualquier toxicidad. Además es un producto biodegradable. Con la presión, la temperatura y el cepillo del tubo, se eliminan los residuos completamente en un tiempo de aproximadamente 20 o 30 segundos dependiendo del tipo de pavimento.
Al margen del trabajo de limpieza, el primer paso es concienciar a los ciudadanos de su necesaria implicación en la imagen de la ciudad para seguir avanzando en las ya destacadas cifras de reciclaje o en la tabla elaborada por la OCU sobre limpieza en la ciudades, donde Soria aparece en el top ten, teniendo en cuenta además el objetivo de ser Reserva de la Biosfera.
En este caso concreto, hay que recordar que la vida media de un chicle es de cinco años, por lo que es fundamental la colaboración ciudadana para mantener limpias las calles. Este tipo de suciedad que afea mucho las aceras de la ciudad y que resulta muy costosa su limpieza ya que no pueden quitarse mediante el barrido manual o mecánico, ni mediante los baldeos y fregados habituales.
Para combatir estas manchas 'parecidas al alquitrán', se ha organizado un plan de limpieza urbana que contará con una mochila 'quitachicles', que se va a utilizar en las calles más castigadas especialmente en el centro como Paseo del Espolón, Mariano Granados, Marqués de Vadillo, Ramón y Cajal, Collado, Plaza Mayor, así como aquellas zonas próximas a tiendas de golosinas, colegios, institutos, polideportivos.... Este plan comienza hoy 5 de agosto y se prolongará a lo largo del periodo estival, cuando la climatología para estas tareas es más propicia.