La comida popular este año no cierra estas jornadas en honor al Santo Cristo.
Ólvega no cerraba este viernes sus fiestas sino que vecinos y foráneos se esperarán un día más para entonar el 'Pobre de mí' y quemar los pañuelillos rojos que han llevado anudados al cuelo desde el pregón el pasado domingo.
La coincidencia de fechas en días laborales ha hecho alargar estos días de júbilo que hoy tenían el gesto de hermandad más apreciado, la 'alubiada' en la plaza de España y donde se han dado cita más de un millar de personas.