El buen tiempo y la traída de ganado bravo, junto con autos locos y recortes de vaquillas en la plaza de toros ponen la guinda a la 'propina' festiva de este sábado.
Ólvega entonaba este sábado el 'Pobre de mí' en el final de sus fiestas del Santo Cristo en una jornada soleada que ha contado con multitud de personas en sus calles.
Y no era para menos. La 'propina' para los días festivos, que alargaban un día más el programa, no ha manifestado de los olvegueños que han irrumpido en las calles al igual que en las jornadas anteriores.
Por la mañana la fiesta tenía carácter campestre, con una particular 'Saca' de vaquillas desde las inmediaciones de la estación del ferrocarril hasta la villa. Después, el centro de la localidad ha albergado una divertida y disparatada exhibición de autos locos, plena de imaginación y donde los asistentes han podido disfrutar del trabajo de los participantes.
Por la tarde, la plaza de toros portátil acogía un concurso de carácter nacional de recortadores, con la participación de nueve de las mejores parejas del momento, y que han mostrado su pericia con una docena de vaquillas de la ganadería navarra de José Arriazu.
La verbena y los fuegos artificiales pasada la media noche, con posterior quema de pañuelillos son los puntos de despedida a estas fiestas de la localidad cercana al Moncayo.