Para los ecologistas, el sistema del micocyl favorece la economía sumergida e impide que se creen puestos de trabajo. Los de la Asociación soriana, proponen que repercutan los beneficios de la hostelería en la conservación de los montes.
La Asociación ecologista Asden crtica en un comunicado el modelo de regulación micológica implantado en la provincia. Los ecologistas cuestionan la inversión de dos millones de euros de "dinero público".
Recuerdan desde Asden que "ha desaparecido el centro de Investigaciones Forestales de Valonsadero, y lo que debería ser un aprovechamiento forestal como otro cualquiera sigue siendo un proyecto que presuntamente genera muchos beneficios, pero que no repercuten ni en la conservación y mejora del medio natural productor ni en los propietarios de los montes.
Para Asden la cuestión ambiental y garantizar la renovación y conservación del recurso "debería ser uno de los fundamentos de la gestión micológica". Los ecologistas insisten en !regular, y reducir en su caso, la presión recolectora en aquellos montes que mayor presencia de recolectores o de extracción soportan, ya que es conocido que la sobreexplotación perjudica a la larga la producción de hongos".
La Asociación ecologista recuerda que el aprovechamiento de los montes de utilidad pública está sometido a un procedimiento y control público por parte de la Junta de Castilla y León.
Desde la organización, se entiende que "esta apariencia de bien común y público desaparece cuando una institución privada como es el Cesefor adquiere el aprovechamiento de forma poco transparente, y emite unos permisos de derecho privado que no deberían ser controlados ni supervisados por los agentes forestales y la Guardia Civil, cuyos salarios y recursos son costeados por los impuestos de los ciudadanos ajenos al proyecto".
Los ecologistas hablan de "un esfuerzo de estos funcionarios infructuoso al pretender controlar y persuadir a los grupos organizados de recolectores extranjeros, para los que la recolección de hongos es una forma de subsistir". Proponen desde Asden resolver esta problemática "eficazmente si se aplicarán con rigor las leyes alimentarías, sanitarias, laborales y tributarias a los intermediarios que ahora mismo se están enriqueciendo con la miseria de estos recolectores".
Los ecologistas dicen estar en desacuerdo con la actual regulación porque "es una privatización de un recurso público que no limita la excesiva presión micológica existente en algunos montes ni considera en su caso las figuras de protección natural existentes". Para Asden, la actual regulación favorece que haya una economía sumergida que impide que se creen puestos de trabajo que complementen la estacionalidad de empleos forestales como son la resina.
Los que dicen ser defensores de la naturaleza, reconocen que la gestión micológica agrupada de los montes de Utilidad Pública tiene grandes ventajas, y que sería recomendable que a semejanza de las Reservas de Caza se gestionara directamente por la Junta de Castilla y León para que generasen interesantes rentas a los ayuntamientos.
Creen los de Asden que el atractivo turístico de la recolección de setas se debería mejorar con más medidas como son las de reservar ciertos días o montes para la recolección recreativa. "Los beneficios económicos que obtiene la hostelería deberían repercutir de forma proporcional e inmediata en la conservación de los montes", según el comunicado enviado por Asden.