La concentración del Canal de Almazán permitirá mejorar las condiciones de trabajo de los 907 agricultores que trabajan en las explotaciones ubicadas en las 4.392,96 hectáreas objeto de la misma.
La Consejería de Agricultura y Ganadería, a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), concluyó a finales de junio la publicación de los acuerdos de concentración parcelaria de la zona regada por el Canal de Almazán, haciendo públicos los documentos correspondientes a las siete demarcaciones que conforman los trabajos de reorganización de la propiedad: Demarcación 1, Viana de Duero, Baniel y La Milana; Demarcación 2, Almazán; Demarcación 3, Coscurita, Villalba, Bordejé y La Miñosa; Demarcación 4, Almántiga y Covarrubias; Demarcación 5, Barca, Ciadueña y Matute de Almazán; Demarcación 6, Velamazán; y Demarcación 7, Rebollo de Duero y Fuentetovar.
Desde entonces, se trabaja en resolver los posibles recursos presentados y replantear los lotes resultantes de estos procesos, haciendo posible la toma de posesión de los mismos por sus propietarios, lo que les permitirá iniciar los trabajos de amueblamiento de sus fincas con los sistemas de riego a presión que cada uno estime conveniente para una correcta aplicación del agua a los cultivos. Esta labor, desarrollada por la Junta a través del ITACyL, supone la materialización sobre el terreno de los trabajos administrativos de reestructuración de las propiedades agrarias sometidas a la modernización del sistema de regadío del Canal de Almazán.
En esta situación se encuentran ya los propietarios de las tierras concentradas en las demarcaciones 1 y 7, quienes ya disponen para su cultivo de los nuevos lotes de tierra (que reemplazan a los que aportaron al proceso de concentración parcelaria) ya amojonados, excepto aquellos que se hallan con cosechas pendientes de recoger del pasado año agrícola, cuya posesión se producirá tras su recolección.
En próximas fechas se producirá la toma de posesión de los nuevos lotes en el resto de demarcaciones que componen la zona de concentración parcelaria.
La Demarcación 1 comprende tierras de regadío de Viana de Duero, Baniel y La Milana, con una superficie total reconcentrada de 334 hectáreas, afectando a un total de 101 propietarios. Las aportaciones de parcelas sumaban un total de 195, que tras el proceso se han convertido en 140. Se ha pasado de una media de 1,97 parcelas antes de la concentración a 1,38 fincas por propietario tras la misma. De este proceso ha resultado una superficie dedicada a la restauración del medio natural de algo más de 2,27 hectáreas.
En la Demarcación número 7, correspondiente a Rebollo de Duero y Fuentetovar, (Ayuntamiento de Velamazán), la superficie concentrada ha sido de 587 hectáreas. Los 103 propietarios beneficiados aportaban un total de 427 parcelas y han recibido en su lugar 157 fincas. La media de fincas por propietario ha bajado, por tanto, de 3,8 antes de la concentración a 1,5 tras ella. Se destinan 1,46 hectáreas a la restauración del medio natural.
Paralelamente a esta toma de posesión, la Junta está finalizando los trabajos correspondientes a los proyectos de infraestructura rural de caminos (1,6 millones de euros), así como los de la segunda fase de la modernización de la zona regable (2,2 millones de euros), para culminar con estas obras la inversión ya realizada, por más de 6,6 millones de euros, en la Fase I de la mejora del regadío.
La coordinación entre las necesidades del riego y de la recolección de las cosechas con los ritmos de ejecución de las obras hará posible el planteamiento de la campaña agrícola 2015-2016 con plena disposición de las nuevas fincas, dotadas de accesos y drenajes mejorados y con suministro de agua de riego mediante la red de tuberías a presión.
La Junta de Castilla y León lleva años haciendo una decidida apuesta por la modernización de regadíos, como una de las vías para garantizar el futuro y la competitividad de las explotaciones de la Comunidad. Las actuaciones que se están realizando en el Canal de Almazán permiten aumentar la versatilidad y producción de los cultivos y reducir sus costes de producción. El ahorro energético que conlleva una modernización de regadío para las explotaciones en las que se realiza es más de un 50 % y, además, permiten una reducción de entre el 30 y el 40 por ciento del consumo de agua. La racionalización en el uso del agua posibilita también una disminución en el uso de fertilizantes y fitosanitarios.