El sindicato independiente cree que el mensaje y la posición de los empleados públicos son claros, e insta a la Junta a que retome la negociación con propuestas "más abiertas y razonables.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) asegura que el mensaje de los empleados públicos de Castilla y León a la Junta ha sido "claro", en las concentraciones que se han celebrado esta mañana en toda la región, para exigir la aplicación del R.D.Ley 10/2015 aprobado por el Gobierno central: "No puede haber empleados públicos de primera en la Administración del Estado y de segunda. La Constitución ampara, en su artículo 14, la igualdad de los empleados públicos de todas las administraciones".
Así lo señalaba el presidente regional de la agrupación sindical, Carlos Hernando, que ha lamentado "la imposibilidad de llegar a un acuerdo" en la Mesa de Negociación de la Junta, al plantear el Gobierno regional "un todo o nada en la negociación de una propuesta cerrada, que obligaba a un posición única ante el documento, que por una parte ofrecía una solución aceptable al tema del pago de la extra, y por otra negaba el disfrute y el reconocimiento de la mitad de los días de vacaciones y de asuntos propios por antigüedad de 2015, además de otros aspectos complejos de reforma y de calado para la Función Pública".
Un planteamiento éste que pasa por la retirada de días por antigüedad, que el empleado público de la Comunidad rechaza, "exigiendo a sus representantes sindicales que no lo acepten, porque en la Administración del Estado ya están disfrutando esos días, que no son ningún regalo sino un derecho que se ha quitado", recalca Hernando.
CSI-F de Castilla y León insiste a los responsables de la Función Pública de la Junta que, "a estas alturas, tienen que saber ya el sentir y la opinión de sus empleados públicos", criticando el "escaso talante negociador" de la administración regional, que no puede exigir a los sindicatos un posicionamiento único sobre todo el documento de la propuesta de negociación de la Junta, que incluye cuestiones muy diferentes, como es el pago de la extra, la recuperación de días de vacaciones por antigüedad, o la reforma de la administración, asuntos que requieren acuerdos distintos en los tiempos y en las actitudes.
En el sindicato consideran que la Junta, con su negación al reconocimiento de la mitad de los días por antigüedad de 2015 ha evidenciando una "clara falta de recursos de personal en sus servicios". De lo contrario no se entiende, "puesto que la única explicación lógica de la Junta, para no dar los días, es que carezca de personal suficiente para cubrir los puestos, y no quiera pagar las sustituciones o los refuerzos, un dinero que se supone utilizará el Gobierno regional para pagar parte de la extra que se debe".
Hernando, ha afirmado también que "nuestro sindicato independiente sigue abierto al diálogo, y que el acuerdo es posible, si la Junta aporta el sentido común en la negociación, ante una peticiones de los empleados públicos, que simplemente piden que se les devuelva lo que se les ha quitado, en un tiempo razonable". También ha querido reseñar que el disfrute de los días por antigüedad que se han suprimido, afecta de manera importante en sectores como el de Sanidad, Servicios Sociales o Educación; y también en una Comunidad como Castilla y León, con empleados públicos con una media de edad alta a los que se les supone más años de servicio en la Administración regional.
En CSI-F han mostrado su confianza en que la Junta retome la negociación con propuestas "más pegadas a la realidad, más justas y sin que sean excluyentes", aunque seguirá manteniendo las protestas, "para exigir la recuperación de los derechos que nos quitaron, y que hay que devolver".